Las autoridades estadounidenses desarticularon un grupo del cártel mexicano de Jalisco Nueva Generación que operaba desde el estado sureño de Oklahoma, con imputaciones a 29 personas, según se informó este martes.
La Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) coronó la operación 'Smack Dragon' que inició en 2017.
El líder del grupo de Oklahoma fue identificado como Stille Giovanni Gutiérrez Vivanco, de 34 años, quien supuestamente lo operaba desde México, de acuerdo al Departamento de Justicia.
Este grupo operaba en la ciudad de Tulsa (Oklahoma) desde al menos noviembre de 2017 y recibía semanalmente unos dos kilos de heroína del Jalisco Nueva Generación, que se encargaba luego de procesar y distribuir en Estados Unidos.
En Tulsa, Gutiérrez Vivanco tenía a varios hombres de confianza originarios de México pero residentes en Oklahoma e identificados como José García, de 36 años, Edson García Velásquez, de 25, y Norman Fabián Huerta Ávalos, también de 36.
Ellos eran los encargados de transportar la droga de México a Estados Unidos, de distribuirla en el país y de transferir las ganancias económicas al cártel.
En una rueda de prensa en Tusla, el fiscal federal Trent Shores explicó el funcionamiento del grupo.
Gutiérrez Vivanco "tenía tenientes, por así decirlo, aquí en Tulsa, que operaban como 'jefes de cédula'".
"La clara jerarquía -añadió- de esta organización permitía que el grupo fuese dirigido desde México y actuara aquí, en las calles y en los barrios de Tulsa".
En la rueda de prensa también se informó que de los 29 imputados, 24 han sido ya detenidos.
Las autoridades mexicanas consideran al cártel de Jalisco Nueva Generación, que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como "El Mencho", como la mayor organización criminal del país por encima del cártel de Sinaloa, debilitado tras la caída de su líder, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El Gobierno de Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares por la cabeza de alias "El Mencho".
El poder corruptor del CJNG en México
La Fiscalía General de la República (FGR) y diversas instancias gubernamentales investigan a jueces de todo el país que han participado en los procesos judiciales de integrantes del crimen organizado, quienes tras ser detenidos quedaron en libertad.
Estas indagatorias comenzaron después de varias denuncias hacia los juzgadores que no pudieron transparentar sus recursos o procedencia de diversas propiedades y otros bienes, que presuntamente les fueron otorgadas u obtenidas tras dar una resolución favorable hacia miembros de grupos delincuenciales, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La FGR es quien dirige las pesquisas que se realizan por diversas áreas de inteligencia del gobierno federal, como de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Policía Federal y en las que también participan agencias del gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con el diario La Jornada, los jueces de dichos estados o que participaron en casos irregulares están al tanto de las indagatorias en su contra y se determinará si actuaron para facilitar la puerta giratoria para todos los criminales que entraron a la cárcel, pero quedaron libres poco tiempo después.
Hace unos días, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, aceptó que existe corrupción dentro del Poder Judicial de la Federación (PJF), pero desde su llegada a la presidencia del del alto tribunal y al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) aplica una política de cero tolerancia.
"Hemos iniciado un gran número de investigaciones y procesos de disciplina, particularmente en Jalisco, que es uno de los estados en donde se nos reportaron problemas de diversa índole. Iniciamos una renovación del circuito. Nos parece importante hacer cambios de adscripciones para tener sangre nueva", respondió el magistrado los señalamientos hechos por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el senador Ricardo Monreal sobre que hay varios jueces coludidos con el crimen.
Con información de EFE