Un posible "tesoro español" que supuestamente precedería unos 200 años la llegada de Cristóbal Colón a América fue encontrado por un excursionista en un parque nacional en el sur del estado de Utah, en Estados Unidos.
Dos monedas del país ibérico, una acuñada en Madrid en 1660 y otra que se calcula es del año 1200 fueron descubiertas mientras un hombre de Colorado, fronterizo con Utah, caminaba por la parte desértica del Área de Recreación Nacional Glen Canyon.
El área donde fue encontrado el "tesoro" fue visitada por conquistadores españoles apenas en 1776. La presencia de las monedas en el desierto no tiene una explicación lógica, y hasta ahora tampoco se ha revelado ninguna información oficial sobre si se encontraron otros objetos en el lugar.
Los exploradores españoles llegaron a México en el Siglo XVI y comenzaron a explorar hacia el norte, pero no se tienen registros de que estuvieran en Estados Unidos cuando las monedas fueron acuñadas.
"Esto es muy emocionante", señaló al diario "Deseret News" de Utah el arqueólogo Glen Harmon, del Servicio nacional de parques. "Nunca vi algo así en mi carrera", añadió.
El misterio comenzó en septiembre de 2018, cuando el excursionista realizó el descubrimiento cerca del lugar conocido como "Halls Crossing Marina" en el Lago Powell. La locación exacta se ha mantenido en secreto debido a la posibilidad de que haya más artefactos en el área por descubrir.
Las monedas tampoco se han publicitado salvo a diarios locales que han cuestionado sobre el descubrimiento, debido a que los expertos no saben todavía si son reales y quién o cuándo las pusieron o dejaron en el lugar.
Lo poco que se sabe de las monedas es que, de acuerdo con los expertos técnicos que las han visto de manera superficial, "son muy delgadas" y por su apariencia, serían de plata y de cobre.
De acuerdo con Harmon, las monedas fueron encontradas en una zona popular para los turistas, que ha estado por épocas bajo el agua, sobre todo en las décadas posteriores a que la presa de Glen Canyon fuera construida en los años 60 del siglo pasado.
El excursionista, de acuerdo con el Servicio de parques nacionales, encontró las dos monedas en el piso, sobre la superficie desértica, lo cual genera dudas sobre su verdadero origen y autenticidad. En este tipo de lugares, está prohibido usar detector de metales.
De acuerdo con la narración de Harmon, el hombre, cuya identidad se ha mantenido reservada, creyó que eran medallones de una botella de vino, pero que con un poco de investigación en internet, se dio cuenta que eran monedas españolas antiguas y calculó aproximadamente el año en que fueron acuñadas.
Pero, por ahora, el Servicio de parques nacionales no ha confirmado ningún dato de este descubrimiento ni ha dado información sobre las fechas exactas en que fueron acuñadas las monedas.
Las teorías de los expertos, sin embargo, son más simples y realistas. Es posible que hayan sido monedas perdidas por exploradores españoles cuando por fin llegaron a la zona, o que hayan sido comercializadas con tribus locales y después esas tribus hayan perdido las monedas tiempo después en el desierto de Utah.
Otros aseguran que es posible que haya sido un error de algún coleccionista moderno que, mientras exploraba por la zona, perdió las monedas, debido a que pertenecen a épocas muy distintas, haciendo muy difícil que ambas hayan aparecido en el mismo lugar y vengan de diferentes fuentes.