La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes aprobó el miércoles declarar en desacato al secretario de Justicia William Barr, lo que intensifica la singular batalla legal librada entre los demócratas y el gobierno del presidente Donald Trump por el acceso al informe del fiscal especial Robert Mueller.
La votación del panel coronó una jornada de desencuentros entre los legisladores demócratas y Trump, quien por primera vez invocó el principio del privilegio ejecutivo para impedir que los legisladores tengan acceso al informe completo de la pesquisa de Mueller sobre la intromisión de los rusos para ayudar a Trump en los comicios del 2016.
El presidente de la comisión, Jerrold Nadler, describió el proceder del Departamento de Justicia de Trump como otra clara señal del "desafío absoluto" del mandatario al derecho constitucional del Congreso a cumplir sus responsabilidades de supervisión. "No disfrutamos hacer esto, pero no tenemos opción", afirmó Nadler al término de la votación.
Sin embargo, la portavoz del Departamento de Justicia, Kerri Kupec, consideró desalentador que los miembros del Congreso "hayan optado por implicarse en un espectáculo político". Según su parecer, Barr efectuó "esfuerzos extraordinarios" para brindar al Congreso y el público información sobre el trabajo de Mueller.
A su vez, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que ni la Casa Blanca ni Barr "acatarán las exigencias ilegítimas e imprudentes del presidente Nadler".
El miércoles en la noche, el presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes solicitó en una citación al Departamento de Justicia que le facilite el informe completo de Mueller, hecho que se enmarca en un agravamiento de la confrontación.
El representante demócrata Adam Schiff, cuya comisión había pedido antes los documentos, dijo que él "no tenía más opción" que exigir a esa agencia que acate el requerimiento. Advirtió que si el Departamento persiste en "ignorar o rechazar nuestras peticiones", el panel podría adoptar medidas legales.
Aunque la Casa Blanca dudó inicialmente en invocar el privilegio ejecutivo, Trump le dijo a su personal y asesores políticos en las últimas semanas que se negaran a cooperar con los demócratas por considerar que el único propósito de éstos es dañarlo políticamente con vistas a su campaña de reelección. La próxima batalla jurídica podría alargarse hasta el 2020, y la Casa Blanca se ha propuesto neutralizar las pesquisas legislativas por el tiempo que resta hasta las elecciones.
El privilegio ejecutivo es la facultad del presidente para no facilitar información a tribunales, el Congreso y el público a fin de proteger la confidencialidad del proceso de la toma de decisiones de la Oficina Oval.
El presidente tardó semanas para tomar la decisión, que ahondará en forma inevitable la disputa entre la Casa Blanca y el Congreso sobre un número de investigaciones. La Casa Blanca ha rechazado todos los intentos para investigar los negocios o las declaraciones de impuestos de Trump, así como el procedimiento de acreditación de seguridad del Ala Oeste.
Citan al primogénito de Trump
El Comité de Inteligencia del Senado de EEUU ha emitido una citación judicial para forzar a Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente, con la intención de que testifique sobre sus contactos con rusos, entre sospechas de que podría haber mentido a los legisladores sobre ese tema, informaron este miércoles varios medios locales.
La citación judicial, sorprendente por salir de una comisión de mayoría republicana, es la primera que el Congreso contra un hijo del presidente estadounidense, y confirma que la rama legislativa mantiene abierta su indagación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, un mes y medio después de que el fiscal especial Robert Mueller concluyera su propia pesquisa.
El comité busca indagar sobre las circunstancias que rodearon el encuentro que Trump Jr. mantuvo con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump de Nueva York, en plena campaña electoral.
La oposición demócrata cree que, en sus conversaciones anteriores con el Congreso, el hijo del mandatario podría haber mentido a los legisladores acerca de si informó o no a Trump de que se produciría esa reunión, de acuerdo con el diario The Washington Post.
(Con información de AP y AFP)
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