El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles sanciones contra los sectores minero y del acero iraní, un año después de que Estados Unidos se retirara del acuerdo nuclear con Teherán, pero dijo que espera reunirse "algún día" con los líderes iraníes para negociar.
Este anuncio se produce el mismo día en que Irán anunció que dejará de aplicar algunos de los límites impuestos por el acuerdo nuclear de 2015.
"Hoy voy a firmar una orden ejecutiva para imponer sanciones contra el hierro, el acero, el aluminio y el cobre de Irán, que son las fuentes más grandes de ingresos del régimen, fuera del petróleo", anunció el mandatario en un comunicado difundido por la Casa Blanca. Según Estados Unidos, este sector suma un 10% de las exportaciones de Irán.
"Teherán puede esperar más acciones salvo que cambie en lo fundamental su conducta", dijo Trump en el comunicado.
Por su parte, Tim Morrison, director para Armas de Destrucción Masiva en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, advirtió a Europa este miércoles contra las repercusiones de ceder al "chantaje" iraní, en referencia al plazo que Teherán ha dado a Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania para solventar sus restricciones a la economía del país.
"Este es un intento de chantaje bastante flagrante", dijo Morrison en alusión al anuncio de Irán de que retomará el enriquecimiento de uranio a niveles mayores y completará un reactor de agua pesada si los cinco países firmantes del pacto nuclear de 2015 no eliminan en 60 días las actuales restricciones a las exportaciones de petróleo iraní y a su sistema bancario.
"Europa debería resistirse a esto y presionar a Irán para que vuelva a la mesa negociadora para llegar a un acuerdo nuevo", opinó Morrison durante una conferencia organizada por la Fundación para la Defensa de las Democracias.
La tensión entre EEUU e Irán ha aumentado desde abril, cuando el gobierno del presidente Donald Trump decidió no renovar las exenciones a la compra de crudo iraní otorgadas a ocho países.
Este domingo, la Casa Blanca anunció que desplegaría en Oriente Medio un portaaviones con su equipo de combate y un grupo especial de cazabombarderos, debido a lo que el Pentágono describió como "indicaciones" de que Irán planeaba "operaciones ofensivas contra fuerzas e intereses estadounidenses en la región".
Pompeo hizo este martes una visita sorpresa a Irak para abordar la tensión con Teherán con las autoridades de ese país, que acoge a algunas tropas estadounidenses.
Preguntada este miércoles por si Estados Unidos se acerca a una guerra con Irán, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, apuntó que "espera" que no sea así. "Pero el presidente se va a mantener firme en su posición. No creo que nadie esté buscando una guerra con nadie", añadió Sanders en declaraciones a los periodistas.
Con información de AFP
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