Michael Cohen, ex abogado de Donald Trump, aseguró el lunes que "queda mucho por decir", justo antes de entrar a prisión para purgar una pena de tres años.
"Todavía queda mucho por decir. Y espero con ansias el día en que pueda compartir la verdad", dijo a la prensa al salir de su residencia en Manhattan para dirigirse a la prisión federal de Otisville, Nueva York.
Cohen, de 52 años, fue condenado en diciembre por evadir impuestos, mentir al Congreso y pagar a dos mujeres para que no hablen sobre supuestas relaciones que mantuvieron con Trump.
Cohen trabajó para la Organización Trump durante una década e insiste en que todos los actos que le son reprochados se produjeron a instancias del presidente, de quien afirma que estaría dispuesto a aferrarse al poder incluso si pierde su apuesta a un segundo mandato en 2020.
"¿Cómo es que soy el único?", se preguntó en una entrevista con The New Yorker. "No trabajé para la campaña. Trabajé para él. ¿Y por qué soy yo el que va a la cárcel? No soy yo el que se acostó con la estrella del porno", agregó, refiriéndose a Stormy Daniels, una de las mujeres que recibió dinero en secreto y en violación de las leyes electorales.
Desde mediados de marzo, los fiscales en Nueva York rechazaron ofertas reiteradas de Cohen de brindar más información acerca de delitos presuntamente cometidos por Trump y sus allegados, dijo el abogado defensor Lanny Davis a la aegncia AP. "¿Por qué no quieren verlo? ¿Qué pueden perder con eso? Él está a punto de ir a prisión", se preguntó Davis. El equipo legal de Cohen se comunicó con los fiscales en marzo para pedir una "discusión franca" acerca de la reducción de su sentencia sobre la base de su cooperación. La reunión nunca tuvo lugar.
Cohen empezó a promoverse públicamente como denunciante a los tres meses de que el FBI allanó su domicilio y oficina.
En julio, en una entrevista con la cadena ABC dijo que había dejado de ser leal a Trump e insinuó que habría "más para contar". Davis divulgó una grabación en la que Trump y Cohen hablaban de los pagos clandestinos a las dos mujeres.
El abogado es hasta ahora la única persona condenada por un escándalo de pagos clandestinos a la estrella porno Stormy Daniels y a la modelo de Playboy Karen McDougal, a cambio de que no revelaran, durante la campaña electoral de 2016, sus presuntos amoríos con Trump. Como la intención era no afectar las aspiraciones presidenciales, se considera que debió ser registrado como un gasto de campaña, pero quedó fuera de los libros.
Cómo es la prisión de Otisville
Es una prisión federal a 110 kilómetros de la ciudad de Nueva York en la que delincuentes de cuello blanco pueden cumplir sentencia jugando bochas y saboreando el dulce judío rugelach.
Sus compañeros tras las rejas serán el ex astro de Jersey Shore Michael "The Situation" Sorrentino y el defraudador del Festival Fyre, Billy McFarland. Entre los reclusos de la prisión también están el contador Kenneth Starr, acusado de defraudar a celebridades como la actriz Uma Thurman, el ex presidente de Cendant Walter Forbes y el ex gobernador de Connecticut John Rowland.
El sitio tiene sus atractivos. Unos 115 reclusos duermen en literas colocadas en fila en salas al estilo de barracas, en lugar de celdas individuales o de dos reclusos, como en las prisiones de alta seguridad. Existen casilleros para guardar pertenencias personales, lavadoras y secadoras, hornos de microondas para calentar comida y máquinas de hielo.
Otisville es favorita entre judíos en prisión por sus comidas kosher y servicios religiosos. También tiene instalaciones recreativas como canchas de tenis y equipo de ejercicios. Parece lo más cercano en el sistema federal de prisiones a un campamento de fin de semana para niños.
Forbes una vez clasificó a Otisville entre "Las 10 Prisiones más Cómodas de Estados Unidos", pero ex empleados y ex reclusos apuntan que no es exactamente un "Club Fed". Los reclusos cumplen sentencia y están separados de familiares y amigos, salvo por las visitas ocasionales.
(Con información de AFP y AP)