"Frente a la sana multiplicidad de opiniones se prefiere la fórmula de un solo guía y una sola consigna, y una total obediencia. Así se llega a la unanimidad totalitaria, que es peor que la censura: la censura nos obliga a callar nuestra verdad, la unanimidad nos fuerza a repetir la mentira de los otros": el texto de Luis Aguilar León, historiador y periodista cubano, muerto en 2008, abrió el Foro sobre Libertad de Prensa en las Américas.
Lo leyó el alcalde Juan Carlos Bermúdez al dar la bienvenida al edificio del ayuntamiento de Doral —uno de los municipios que conforman el gran nudo urbano que se conoce como Miami— donde por segundo año se realizó el encuentro. Con organización del Instituto Interamericano para la Democracia (IID), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Fundamedios, señaló el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El texto de Aguilar León hablaba de Cuba en 1960, cuando se dejó de publicar el Diario de la Marina, conservador. Pero, dijo Bermúdez al citarlo, su concepto se extiende en el tiempo y en la geografía de América Latina.
"La unanimidad totalitaria: la misma consigna será repetida por todos los órganos publicitarios, no habrá voces discrepantes ni posibilidad de crítica ni refutaciones públicas. El control de todos los medios de expresión facilitará la labor persuasiva; el miedo se encargará del resto. Y bajo la vociferante propaganda quedará el silencio, el de los que no pueden hablar y el silencio cómplice de los que, pudiendo, no se atrevieron a hablar", escribió Aguilar León.
Tras la presentación de una evaluación anual —Cuba es el país con menos libertad de expresión y México el más peligroso para ejercer la profesión de periodista— hablaron siete oradores antes del principal, Tomás Regalado, ex alcalde de Miami y director de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), quien se encargó del cierre del evento.
Participaron el poeta Armando Valladares (ex embajador estadounidense, ex detenido político en Cuba), Sergio Boffelli (periodista nicaragüense, exiliado en Miami, columnista de Diario Las Américas), Casto Ocando (periodista venezolano, autor del libro Chavistas en el imperio), Hernán Maldonado (periodista boliviano, autor del blog Tierra Lejana), Ricardo Trotti (periodista argentino, coordinador de Libertad de Prensa en la SIP), Dagmar Thiel (periodista ecuatoriana, impulsora de Fundamedios), Carlos Sánchez Berzaín (ex ministro en Bolivia, asilado político en Estados Unidos, director ejecutivo de IID).
Nicaragua: 1.080 casos en un año
Boffelli sintetizó la situación en su país desde el regreso de Daniel Ortega al poder: "Atacar a la prensa ha sido política de Estado". Habló del control de ocho canales de televisión, el sistema informativo de Canal 2 y las radios; de las intimidaciones como el incendio a Radio Darío; de la anulación de personería jurídica de organizaciones de medios, de la detención sin juicio (y en ocasiones en celdas de castigo) de profesionales de la prensa, de la retención de insumos como papel y tinta en la aduana.
Citó un informe de la Fundación Violeta Chamorro, la ex presidenta que derrocó al sandinismo en las urnas, viuda del periodista Joaquín Pedro Chamorro (asesinado por la dictadura de Anastasio Somoza) y madre de Fernando Chamorro, de La Prensa y Esta Semana, hoy exiliado en Costa Rica: entre abril de 2018 y abril de 2019, en Nicaragua se registraron 1080 violaciones a la libertad de prensa.
"Crear instituciones ficticias que respondan a lenguajes e ideas ficticias", agregó Boffelli entre las estrategias de mordaza de Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo; también emplear un control de redes sociales con "al menos 5.000 integrantes" de la Juventud Sandinista. "Sin embargo la mayoría de los nicaragüenses no caen en la trampa, en buena parte debido al periodismo crítico", destacó.
Habló también del "levantamiento cívico del 18 de abril" de 2018, en el que fue asesinado el periodista Ángel Gaona mientras informaba sobre los hechos de esos días. "Vamos con todo", citó Boffelli a Murillo. "Y la Asociación Nicaragüense por los Derechos Humanos ha reportado de manera preliminar al menos 535 muertos, más de 4.500 heridos, más de 1.500 personas secuestradas, encarceladas o desaparecidas" y "decenas de miles de exiliados, entre ellos 100 periodistas".
El caso venezolano
Ocando ofreció "un resumen de las estrategias" que, de Hugo Chávez a Nicolás Maduro, se han empleado contra la prensa en Venezuela, "la principal de las cuales es la persecución de periodistas". Además de encarcelar a nacionales y corresponsales, el ejecutivo sacó del aire algunos canales, como BBC y CNN, y ha cerrado unos 115 medios sólo durante los años de Maduro.
Una estrategia conocida, y que resultó muy dañina para la libertad de prensa, fue "la compra de medios importantes y antiguos por medio de testaferros o compañías con sede en España, Holanda o Curaçao": los caos de la Cadena Capriles (editora de Últimas Noticias y El Mundo) y Globovisión son los más conocidos. "En los casos en que no pudieron comprar, interpusieron demandas: por ejemplo, Diosdado Cabello contra El Nacional porque reveló que los Estados Unidos lo investigaban como narcotraficante", describió.
Pocos conocían, siguió, que Caracas gastó "USD 3 millones en una licencia del programa Watson" de IBM, de inteligencia artificial, "para monitorear en tiempo real todas las comunicaciones del país". Lo hace el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (Cesppa) y le permite "saber quién escribe un tuit contra el gobierno y dónde", de modo tal que reciba "la visita de la policía". Habló de un amplio arco de amenazas, incluso contra una periodista radicada en los Estados Unidos.
Tras evaluar como "uso temprano de las fake news" a la cadena semanal Aló Presidente, de Chávez, explicó que hoy es tan grande "la restricción para acceder a la información" que "la gente ya no busca informarse en los medios: más del 65% lo hace en Instagram y Twitter".
Bolivia y Ecuador
Maldonado ironizó: "Cuando me invitaron a hablar sobre este tema estuve tentado de venir con un esparadrapo en la boca". Porque "hablar de libertad de prensa es hablar del imperio de la ley, y eso no existe en el caso de Bolivia". Argumentó que Evo Morales —a quien llamó "el presidente futbolista"— defendió sus proyectos en nombre del pueblo "aun si no están de acuerdo a la ley", y puso como ejemplo su cuarta reelección.
"La organización Reporteros Sin Fronteras hace un año le mostró la tarjeta amarilla y en su más reciente informe le sacó la tarjeta roja, al denunciar que, de regular, la situación de la prensa en Bolivia pasó a mala", agregó. Citó el informe: "Siguiendo el modelo cubano, el gobierno del presidente Evo Morales controla la información, censura y hace callar a las voces más críticas del país, lo que genera una fuerte autocensura entre los periodistas".
En cambio, dijo Thiel, "a Ecuador llegó el cambio". Con el nuevo gobierno, "la información pasó de ser un servicio público a ser un derecho individual". No obstante, agregó, "nos quedó la resaca del populismo: deudas y retos para recuperar la institucionalidad".
En una década de Rafael Correa, dijo, hubo más de 2.000 ataques a la prensa. Citó el juicio contra el diario El Universo, la persecución del caricaturista Xavier Bonilla y el asesinato del periodista Fausto Valdiviezo. También hizo referencia a aspectos simbólicos como que "el presidente rompía un periódico por semana" como "estigmatización" y se exponían datos personales de los profesionales de los medios "para invitar al ejército de trolls a atacar".
Para la reinstitucionalización se estableció "una hoja de ruta de la libertad de expresión". El objetivo fue "eliminar o reformular" la Ley de Comunicación de 2013 —que en cuatro años impuso más de 500 sanciones en 18 procesos, por ejemplo la obligación de rectificar—, "despolitizar las acciones de los organismos de control y regular la publicidad oficial".
Felicidad vs. delincuencia
"Voy a tomar una perspectiva no tradicional", advirtió Trotti, "pero se trata de cuestiones tangibles y mensurables". Se refería a la relación que encontró entre la vida institucional con libertad de prensa y la felicidad.
"Todos los índices señalan a Costa Rica, Uruguay, Colombia, Estados Unidos, Canadá y Chile como los países con más felicidad en América. En todos ellos hay valores y conductas vinculados a la democracia, hay elecciones libres, hay libertad de expresión y hay libertad en las calles y en las redes", ilustró.
En cambio, los mismos índices ubican entre los países americanos con menos felicidad a "Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Haití y Argentina", enumeró. Esas correlaciones, razonó Trotti, indican que "la libertad de prensa no es un problema de los periodistas en las redacciones, sino de la ciudadanía: por eso impacta en la felicidad".
También desde una perspectiva diferente, Sánchez Berzaín habló de "la delincuencia organizada transnacional" (tema sobre el que escribió Dictaduras del crimen organizado en las Américas) "y sus crímenes contra la libertad de prensa". A lo largo del continente, valoró, se dirime una confrontación. "Pero no es entre ideologías, sino entre democracia y dictadura".
Habló de "países que se amparan en la simulación del estado" pero que "cometen crímenes, no hechos políticos: censura, persecución, asesinato, confiscación de medios, retención de papel, sometimiento de empresas, cierre de medios, leyes mordaza", enumeró.
“Cada vez más corresponsales” en Cuba
Al comenzar el Foro sobre Libertad de Prensa en las Américas, el cubano Valladares había solicitado un minuto de silencio en homenaje a los periodistas asesinados realizando su trabajo. El discurso principal, de clausura, también tuvo acento de Cuba: el de Regalado.
El político y periodista vinculó las situaciones en Venezuela, Nicaragua y Bolivia con la de su país. "El gobierno cubano creó una frase que estaba en todos los carteles: 'Dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada'. Esa fue la Biblia para que los aspirantes a Fideles usaron para mantenerse en el poder". Pero, advirtió, existe lo que llamó "fatiga de Cuba" que nubla esas comparaciones. "No se recuerdan los precedentes".
El titular de la OCB habló de la nueva constitución de Cuba, por la cual "la única prensa permitida es la prensa dirigida por los organismos del Estado y del Partido" y que todas las personas que no pertenezcan a esas organizaciones "no pueden ejercer el periodismo". Mencionó también el Decreto 349 que los artistas en la isla han denunciado como de censura a la creación, que "establece una autoridad para regular todas las manifestaciones del arte".
Regalado contó que Radio y Televisión Martí, un organismo federal de los Estados Unidos que transmite sobre Cuba, utiliza ahora tres frecuencias de onda corta, "lo que la hace inmune" a las interferencias y ha aumentado la señal de AM y creado una nueva para la televisión. "La respuesta en la isla es que cada día más personas quieren ser corresponsales. No piden nada. O sólo que les carguen las tarjetas telefónicas para poder transmitir". Dio como ejemplo un programa especial el día del referéndum sobre la constitución: "Hubo 85 llamadas desde toda Cuba".
Tras vaticinar que "las cosas se van a poner peores en Nicaragua, Venezuela y Bolivia, que siguen los pasos trazados por La Habana, porque las cosas ya se están poniendo peores en Cuba", anticipó que agosto será "un mes difícil, caliente, importante" en su país. "Cuba en este momento no es business as usual: hay brotes de protestas".
Todas las fotos son de Enrique Tubio.
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