Abril fue un mes de difícil para Uber y Lyft en Nueva York, pues los días 1 y 19, respectivamente, las empresas suspendieron la contratación de conductores, debido a que desde el 1 de febrero se introdujeron nuevas regulaciones salariales, las cuales aseguran que los choferes de estos servicios deben ganar al menos 17.22 dólares por hora.
Desde que entró en vigor esta nueva regulación, los conductores han ganado 56 millones de dólares más de lo que habrían ganado, según una presentación de las autoridades de la ciudad a principios de este mes.
La medida de los servicios de transportación por app ha tenido efectos colaterales deseados por las autoridades de Nueva York como restringir el crecimiento del grupo de conductores y limitar un mercado sobresaturado.
La decisión de no seguir contratando personal por parte de Uber y Lyft se debe, según Bruce Schaller, experto en la industria del transporte, consultado por Politico, se debe a dos acontecimientos: uno es el piso salarial, y en segundo lugar está el congelamiento de la concesión de nuevas licencias para vehículos de alquiler con conductor, que entró en vigor el verano pasado y expira en agosto.
Más que por cuestiones laborales, ambas medidas forman parte de una estrategia de las autoridades locales por regular la proliferación de los servicios de transportación por app a través de la planificación del tránsito, ya que los embotellamientos son cada vez más comunes y esto, además, influye directamente a la degradación ambiental. Además, continúa Schaller, "la regla salarial debería ser bueno para los conductores".
Ante este panorama, Uber y Lyft dejaron claro que una vez que el suministro de conductores caiga hasta un punto crítico, comenzarán a aceptar nuevas solicitudes de conductores. "Tenemos una lista de espera y haremos saber a los choferes cuándo pueden solicitar conducir", dijo Campbell Matthews, portavoz de Lyft.
El paro en la contratación de conductores de Uber y Lyft en Nueva York no detiene la polémica entre taxistas y choferes de transporte por app que han sostenido desde 2011, año en que comenzó el servicio de Uber, pues esta empresa le quitó gran terreno a los taxis amarillos.
El año pasado, según datos de The New York Times, había alrededor de 65 mil autos afiliados a Uber y realizaban más de 400 mil viajes al día, en el caso de Lyft; sin embargo, existe un gran contraste con los taxis, pues la ley de la ciudad limita el número de estos en las carreteras a 13 mil 500 y normalmente realizan 300 mil viajes diarios.