Una madre y sus dos hijos pequeños salieron de un restaurante ubicado en Villa Corona en Napa, California, cuando de milagro se salvaron de morir atropellados por un automóvil fuera de control que se estrelló a centímetros de ellos.
La familia acababa de recoger algunos burritos y caminaban de regreso a su propio automóvil cuando el vehículo llegó a toda velocidad y chocó con el restaurante, como se mostró en el video que el departamento de Policía de Napa distribuyó para advertir sobre ser precavido al manejar.
El video tomado de la cámara de vigilancia muestra a la familia saliendo de un restaurante mexicano cuando los niños son los primeros en percatarse que el auto sin control se dirige a ellos por lo que de forma instintiva se llevan las manos a la cabeza para protegerse cuando corren por la acera.
La madre fue la última en percatarse sin embargo no tuvo amplio margen de maniobra ya que en fracción de segundos el auto los alcanzó a golpear, sin embargo nada mortal.
Una nube de escombros quedó del accidente y, momentos más tarde, la magnitud del daño se hace visible, con muebles rotos y cerámica rota esparcida por el suelo, pero las personas con vida.
El automóvil entró en el patio del restaurante, destruyendo mesas, sillas y sombrillas y causando daños por un valor estimado de $ 10,000 dólares.
Luego se estrelló contra un muro de hormigón cercano y se detuvo en el patio trasero de un vecino donde jugaban otros niños.
Los restos de los muebles de jardín quedaron esparcidos por todo el pavimento después de lo ocurrido, sin embargo, notablemente, nadie resultó gravemente herido.
La conductora del vehículo que perdió el control tiene 60 años, viajaba en compañía de una niña pequeña, ambas fueron trasladadas al hospital con heridas leves.
La causa del accidente aún no se ha establecido y no se han realizado arrestos.
La policía dijo que ese día realmente fue un milagro que no ocurriera una tragedia y muertes masivas, porque el patio estaba desierto, en otro horario más concurrido probablemente no hubieran corrido con tanta suerte.
La aturdida empleada del restaurante, Vivian Saldivar, miraba por la ventana en ese momento y acababa de terminar de servir a la familia.
"Era como una bomba. Cuando eso sucedió, lo primero que me vino a la mente, porque me congelé porque no sé cuánto tiempo, quizás un minuto, pensé en la mujer y los dos niños a los que acababa de saludar. Mi corazón dejó de latir por un momento" dijo la empleda a CBS San Francisco.
Fernando Villaseñor, dueño del restaurante, dijo a NBC que al ver el video "me retorcí las entrañas" y fue "increíble" que nadie saliera lastimado.
El sargento Heath Morrison, de la policía de Napa, agregó: "ese mismo incidente un día antes, cuando el clima era muy agradable y el patio estaba lleno, pudimos haber tenido algunas víctimas en masa".
La policía informó que la conductora no estaba intoxicada o que tuviera alguna emergencia médica en el momento de la colisión.
Los oficiales están investigando si un problema mecánico puede haber sido un factor.
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