El banco británico Standard Chartered deberá pagar una multa de 1.100 millones de dólares en los Estados Unidos y el Reino Unido por haber dado servicio a clientes con conexiones iraníes entre 2012 y 2014, violando de ese modo las sanciones internacionales que pesan sobre el régimen iraní, según ha destacado el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en un comunicado. Además, también admitieron haber violado sanciones impuestas a Birmania, Cuba, Sudán y Siria, y existe un caso separado que involucra violaciones a sanciones relacionadas con Zimbabwe.
La entidad financiera pagará 947 millones de dólares al Departamento de Justicia de Estados Unidos, la Oficina del Fiscal del Distrito de Nueva York, el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York, la Reserva Federal y la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Además, Standard Chartered también también fue sancionado con 102 millones de libras por la Autoridad de Conducta Financiera británica (FCA, por sus siglas en inglés).
Desde junio de 2009 hasta mayo de 2014, el banco procesó 9.335 transacciones por un total de USD 437.553.380 que se procesaron a través de los Estados Unidos. Todas estas transacciones involucraron personas o países sujetos a programas de sanciones integrales administrados por la OFAC (incluidos Birmania, Cuba, Irán, Sudán y Siria). La mayor parte de las violaciones se refieren a cuentas relacionadas con Irán mantenidas por las sucursales de Emiratos Árabes Unidos en Dubai para varias empresas de comercio general y una empresa petroquímica.
Standard Chartered procesó transacciones en dólares a través de la sucursal de Nueva York u otras instituciones financieras de los Estados Undios en nombre de clientes que enviaron instrucciones de pago a la sucursal en Dubai pero que se encontraban físicamente o residían habitualmente en Irán. El banco también procesó instrucciones bancarias online para residentes de países sancionados.
El pasado 21 de febrero, la firma ya informó de que había previsto 900 millones de dólares para hacer frente a multas a ambos lados del Atlántico. Ahora, adelantó que sus cuentas del primer trimestre del 2019 registrarán una nueva provisión de 190 millones de dólares para hacer frente a estas sanciones.
La entidad británica aceptó "toda la responsabilidad" por las "deficiencias de control" de las que es acusada, aunque atribuyó los hechos a las acciones de dos empleados de corta trayectoria profesional que ya no trabajan para Standard Chartered. La entidad se comprometió además a implementar procedimientos para garantizar el cumplimiento de las sanciones.