El hospital defendió que las cámaras se habían instalado para evitar que se robase anestesia del quirófano (Video: Telemundo)
Más de 80 mujeres denunciaron al Hospital Sharp Grossmont, en la ciudad de San Diego, California, por filmarlas sin su consentimiento durante cirugías ginecológicas.
La demanda interpuesta indica que los videos grabaron "imágenes de partos por cesárea, complicaciones en el parto, dilatación y legrado para resolver abortos espontáneos, histerectomías y procedimientos de esterilización" según pudo saber la cadena de televisión estadounidense Telemundo.
Además, las pacientes señalaron que durante esas intervenciones fueron desvestidas, por lo que aparecen expuestas "en su forma más vulnerable".
"Debido a la naturaleza de estos procedimientos, el video capturó a las mujeres mientras estaban expuestas emocional y físicamente, a menudo desnudas y gran parte de sus áreas genitales eran visibles" indica el texto de la querella.
Las cámaras se activaban con el movimiento y se encontraban en tres salas distintas de operación. El centro hospitalario argumentó que se habían instalado en 2012 para descubrir qué persona robaba anestesia de los quirófanos.
"Aunque las cámaras tenían la intención de registrar solo a los individuos al frente de los carros de anestesia que retiraban las drogas, otros, como pacientes y personal médico en las salas de operaciones, eran a veces visibles para las cámaras y quedaron grabados" defendió el hospital Sharp Grossmont tras la denuncia, que se presentó por primera vez hace tres años.
En una entrevista reciente con la cadena de televisión NBC 7, una de las afectadas expresó qué sentía al saber que la habían grabado en secreto durante un parto complicado en 2012.
"Cuando llegué en una ambulancia y me llevaron a la sala de operaciones en una camilla, mi preocupación era por mi hija que estaba en apuros y llegó semanas antes. Nadie me preguntó si podían grabar uno de mis momentos más tiernos y trascendentes" dijo Melissa Escalera.
En su denuncia, presentada en 2016, los abogados reclaman que el hospital infringió una violación "sistemática e impactante" de su derecho a la intimidad. Además reportaron que se llegó a filmar a 15.000 pacientes durante distintas cirugías, y que estos clips fueron entregados a guardias de seguridad y otras personas sin el consentimiento de sus pacientes.
Este jueves, el centro publicó una carta en la que pedía disculpas a las mujeres afectadas. Defiende que ellas dieron su consentimiento al firmar el acuerdo genérico de admisión de pacientes, una afirmación que niegan rotundamente los abogados de las víctimas quienes aseguran que este documento en ningún caso puede permitir que se vulneren los derechos de privacidad del paciente.