Richard Beare, un mecánico retirado de Carolina del Norte, ha tenido una etapa difícil los últimos meses tras ser diagnosticado con cáncer de de hígado etapa cuatro, la penúltima antes de la etapa terminal, sin embargo su vida dio un giro afortunado al ser el ganador de la lotería Scratch-off.
El norteamericano asistió a reclamar su premio, que consta de un cheque de 250.000 dólares, ante su propia sorpresa, la de sus familiares y la de su esposa, quien "no lo podía creer".
Su condición médica fue diagnosticada recientemente, por lo que tuvo que retirarse de su trabajo de mecánico automotriz.
"Hace poco me diagnosticaron con cáncer de hígado en etapa cuatro", dijo Beare. "Quiero viajar mientras todavía siento que soy yo. Mi esposa siempre quiso ir a Italia, ya que sus ancestros son de allá. Ahora la podré llevar".
La buena fortuna del hombre llegó hace dos semanas, cuando se detuvo en una tienda Quik Trip en North Tryon Street, en Charlotte, para comprar cuatro boletos del concurso.
"Rara vez juego a la lotería", dijo Beare a la lotería de Carolina del Norte. "Solo me detuve porque mi esposa me exhortó a comprar un boleto, pues se enteró de que el premio era muy alto".
El mecánico retirado decidió comprar cuatro boletos scratch-off cuando estaba en la tienda de autoservicio de una gasolinera en Charlotte.
"El cuarto boleto que compré era el ganador", dijo Beare. "Cuando vi que tenía números que coincidían, le pregunté a mi esposa qué significaba. Me respondió que había ganado un premio, y le dije que al parecer había ganado 250.000 dólares".
Después de haber acudido a reclamar su premio en la capital del estado, Raleigh, Beare se quedará con un total de 176.876 dólares tras impuestos estatales y federales.
"Esto se siente bien", dijo el estadounidense cuando obtuvo su cheque.