Seattle, la peor ciudad de Estados Unidos para dejar de ser soltero

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El comienzo de la primavera conlleva la llegada del buen tiempo, momento de relaciones sociales y, en algunos casos, nuevos amores, pero si vives en Seattle y buscas amor, más que buen tiempo lo que vas a necesitar es buena suerte.

Brian Howie, considerado el mayor experto del país sobre el tema, explica que Seattle es una "desafortunada combinación de hombres antisociales engreídos y mujeres independientes con mucho carácter".

Y todo ello envuelto en un "clima depresivo", con un verano corto y un periodo de meses y meses con cielos cubiertos de nubes y lluvias persistentes, lo que se traduce en lo que él considera como "la peor combinación imaginable para el amor".

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La ciudad más grande del norte de la costa del Pacífico cuenta con una población de casi 690.000 habitantes en su área metropolitana, y presume de un notable crecimiento demográfico y económico al ser sede de compañías tecnológicas que lideran el mundo como Amazon o Microsoft.

Sin embargo, por segundo año consecutivo Seattle lidera la clasificación de las peores ciudades de EE.UU para solteros.

"De todos los lugares donde la desconexión entre humanos se amplió este año, Seattle tiene el mayor crecimiento; dejando un charco sombrío de mujeres irritadas, hombres socialmente torpes y agua de lluvia", dice Howie.

La conclusión llega de la mano del podcast "El gran debate del amor" (The great love debate) que en su búsqueda por averiguar "por qué todos están sin pareja" y tras 5 años recorriendo el país estudiando con sus eventos en directo más de 92,000 solteros y miles de oyentes, afirma que Seattle es la peor opción si tu intención es encontrar el amor verdadero.

Howie, creador del podcast, se reúne cada semana en su estudio con celebridades y las voces más dinámicas del mundo para debatir sobre el amor, las citas, el sexo y las relaciones sociales.

En estos encuentros, los residentes de Seattle recibieron muy bajas calificaciones en todos los ámbitos por falta de "comunicación, confianza y optimismo", dijo Howie.

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Observar el ir y venir en una calle de Seattle supone observar un río de gente que camina bajo la lluvia a paso ligero, cabizbajos, sumergidos en la música de sus auriculares inalámbricos y con su café de Starbucks en la mano (compañía originaria de la ciudad). Uno tras otro, la misma sensación.

Una imagen que dista mucho del ambiente donde proliferan las relaciones sociales, más si tenemos en cuenta que los grandes gigantes tecnológicos son auténticas ciudades en las que sus empleados pueden comer, cortarse el pelo, llevar a su mascota, darse un masaje, o tomarse un descanso en sus espacios lúdicos.

Todo ello a cargo de su empresa, pero que limita considerablemente las relaciones humanas una vez que acaba la jornada laboral.

Con todo, Marti Johnson, ejecutiva de Amazon, dice a Efe no estar de acuerdo con esa visión de la ciudad, que, en su opinión, tiene una "vibra" que le encanta y que Seattle "muy agradable" de vivir.

"Desde que llegué a mi puesto hace dos meses desde Portland, en Oregón, dos personas de mi equipo se han comprometido, por lo que no debe ser tan difícil", explica Johnson.

"Aunque parezca imposible por el clima, es fácil estar feliz en esta ciudad", dice.

"El gran debate del amor" visitó Seattle en agosto de 2018 durante su gira por ciudades estadounidenses y desde 2014 el programa ha realizado 347 paradas en 87 ciudades diferentes en todo el mundo para organizar un foro sobre el amor.

Además de Seattle, entre las 10 ciudades consideradas por el reciente estudio desfavorables para enamorarse uno se encuentra a San José, Phoenix, Portland, Denver, Filadelfia, Dallas, Las Vegas, Nueva York y Los Ángeles.

Y es que en las ciudades más caras el foco está en el trabajo y sus residentes probablemente se preocupan más de su carrera laboral que en festejar el amor, ya que la presión del día después te exige más estar fresco y lúcido que bajo los efectos de un enamoramiento, que el estudio parece indicar puede ser pasajero.

Por Tania Cidoncha
Con información de EFE

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