El video, difundido este miércoles, despertó gran indignación en redes sociales (Video: US Humane Society)
En una zona protegida de Alaska, padre e hijo dispararon a una osa negra americana y a sus dos cachorros mientras hibernaban refugiados en el tronco de un árbol.
Andrew Renner, de 41 años y Owen Renner, de 18, mataron a los animales en abril del año pasado en Prince William Sound, un área ubicada en la costa suroccidental del estado. En ese momento, no se percataron de las cámaras ocultas que los grababan, colocadas en la zona por un equipo de investigadores como parte de un estudio académico.
Las imágenes, publicadas este miércoles por la organización The Humane Society, muestran cómo padre e hijo se acercaron sigilosamente hacia el árbol en el que dormían los cachorros junto a la osa.
Deslizándose sobre sus esquís, el adolescente se aproximó a la guarida y disparó a la madre de los bebés. Todo lo que se escucha entonces son los gritos aterrorizados de las crías, a las que Andrew Renner asesinó de dos disparos letales.
Tras esto, el silencio colma el espacio. Los dos cazadores arrastran al oso adulto al exterior. La sangre del animal tiñe de rojo el manto blanco de nieve. Padre e hijo se chocan la mano, orgullosos de su deshonrosa captura. Después, se fotografían sonrientes junto a la osa, que yace inerte.
"No serán capaz de vincularnos con esto", dijo Owen a su padre tras la matanza.
Sin embargo, se equivocaba, porque a pocos metros de ellos una cámara de un grupo de científicos grabó toda la escena. Capturó también el momento en que ambos descuartizaron a la osa y guardaron la piel y la carne en sacos de caza.
También registraron cómo los dos volvieron al lugar días después para deshacerse de los cuerpos de los cachorros, porque en EEUU está prohibido matar crías de oso negro americano. Además, constituye un delito asesinar a hembras adultas si están acompañadas de sus bebés.
Según explicaron recientemente las autoridades, los procesados llevaron los restos de la osa al Departamento de Alaska de Pesca y Caza, en Palmer. Allí mintieron al declarar dónde habían encontrado al animal y al afirmar que junto a ella no había ningún osezno.
La sentencia
Aunque el video no se filtró hasta el miércoles, la sentencia se dictó en junio. Andrew Renner fue condenado a cinco meses de prisión y deberá pagar una multa de USD 1.800. Además, desembolsó una fianza de USD 20.000 y entregó su bote deportivo, dos rifles, dos pistolas, dos Iphones y dos sets de esquís, los que utilizaron cuando mataron a los animales. No podrá cazar durante un período de 10 años.
Su hijo fue sentenciado a trabajos comunitarios y perdió su licencia por dos años. También deberá pagar una multa de USD 1.800.