Un agente detuvo el vehículo de Akira S. Lewis, un hombre afroamericano que conducía sin el cinturón de seguridad y que se negó a proporcionar a los policías una identificación acusándolos de racistas (Video: Lawrence Police Department)
Le ordenaron detenerse por no llevar abrochado el cinturón mientras conducía y terminó con una bala en la espalda. Un video publicado el lunes mostró el momento en el que Akira S. Lewis recibió un disparo de una policía que detonó el arma por error, al confundirla con su táser.
Aunque las imágenes grabadas con la cámara del coche patrulla no fueron publicadas hasta esta semana, el incidente tuvo lugar en mayo de 2018 cerca de Lawrence, Kansas.
Aquel día, el agente de policía Ian McCann obligó a detenerse a Akira S. Lewis, un hombre afroamericano de 35 años que viajaba en su vehículo sin el cinturón de seguridad.
Tras el alto, el conductor se negó a mostrar su documentación. Además, acusó al agente de racista y alegó que había detenido su automóvil sólo porque él era afroamericano. Ignorando las órdenes del oficial, le exigió ver a su superior.
"Vas a ir a prisión", le advirtió el policía.
"Claro que no", contestó Ian McCann.
En ese momento, el agente pidió refuerzos a su compañera, Brindley Blood, que se acercó al vehículo por el lado del copiloto. Cuando Ian McCan utilizó la fuerza para que el detenido bajara del vehículo, este se resistió, y comenzó así una pelea que fue capturada por la cámara.
Los dos hombres siguieron golpeándose hasta caer al suelo. Con el fin de prestar apoyo a su compañero, Brindley Blood, corrió hacia ambos y disparó al conductor afroamericano.
"Oh mierda. Le disparé", dice la oficial tras herir a Akira S. Lewis, al que se escucha gritar de dolor.
Durante el interrogatorio, la joven policía explicó que quería sacar su pistola eléctrica, pero en lugar de ello utilizó su arma de fuego.
"Le disparé. Le disparé. Detoné el arma en lugar de la táser" reconoció en su declaración.
El herido de bala fue trasladado a un hospital donde se recuperó de las graves lesiones. Según sus abogados defensores, las autoridades no cubrieron los gastos sanitarios derivados de la negligencia de la agente.
Brindley Blood fue apartada de sus funciones, aunque continuó percibiendo su sueldo hasta enero de 2019, cuando renunció a su empleo. Enfrentará un juicio, acusada de un delito de agresiones con agravante.
Sus abogados defendieron que si bien Blood cometió un error, no fue imprudente, como se alega en el cargo, y que el caso en su contra debería retirarse. La sentencia se conocerá a finales de esta semana.
Por su parte, Akira S. Lewis también enfrentará cargos en su contra. Se le acusa de varias faltas, entre ellas, agredir a un agente de la ley. Su letrado, Shaye Downing, defendió en un comunicado que los oficiales que detuvieron a su cliente por no llevar el cinturón abrochado "iniciaron un contacto físico que hizo escalar una situación que podría haberse resuelto fácilmente por cualquier otro tipo de intervención".