La farmacéutica estadounidense Purdue Pharma, acusada de fomentar la epidemia de adicción a los opioides con su analgésico OxyContin, llegó a un acuerdo sobre una demanda millonaria presentada por el estado de Oklahoma, informaron el martes medios norteamericanos.
El acuerdo reportado fue el primero de su tipo en abordar la crisis de adicción en los Estados Unidos, que mata a 130 personas por día.
La mayor parte del dinero se destinará a establecer un centro de investigación y tratamiento de adicciones en la Universidad Estatal de Oklahoma, dijo Purdue en un comunicado de prensa.
El fabricante de medicamentos también acordó no promover ni comercializar opioides en el estado, en lo que fue una "parte no negociable" del acuerdo, dijo el fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter.
"La crisis de adicción que enfrentan nuestro estado y la nación es un peligro claro y presente, pero estamos haciendo algo al respecto hoy", señaló Hunter en conferencia de prensa.
"El acuerdo de hoy es solo el primer paso en nuestro objetivo final de terminar con esta epidemia de pesadilla", agregó.
Hinter fue quien demandó a Purdue Pharma, Johnson & Johnson y Teva, principales fabricantes de analgésicos opioides del país, por publicidad engañosa en 2017.
El diario The Wall Street Journal informó que Purdue y sus propietarios acordaron pagar unos 270 millones de dólares. La cadena CNBC confirmó que se había alcanzado un acuerdo.
Purdue Pharma, una empresa con sede en Connecticut y origen de la fortuna de la famosa familia Sackler, enfrenta cientos de demandas en Estados Unidos, especialmente de estados y municipios, que alegan que el OxyContin causa adicción.
La demanda de Oklahoma fue la primera en ir a juicio, que iba a comenzar a fines de esta semana. La Corte Suprema de Oklahoma rechazó el lunes una apelación de los fabricantes de opioides para retrasar el juicio. Purdue fue el único de los fabricantes demandados que, según los reportes, alcanzó un acuerdo.
Hunter dijo el mes pasado que su oficina había obtenido documentos confidenciales que mostraban que Purdue lanzó una "campaña de desinformación" para encubrir la epidemia.
"Estos documentos son una evidencia condenatoria que muestra que los ejecutivos de Purdue estaban más interesados en difundir propaganda que en evitar que el número de muertos aumentara y en solucionar el problema que crearon", dijo Hunter en un comunicado.
Purdue dijo en febrero que OxyContin era un medicamento aprobado por el Gobierno federal desarrollado a través de un "conjunto sólido de ensayos clínicos".
"Purdue reconoce que la crisis de adicción a los opioides es un desafío importante para la salud pública", dijo la compañía en un comunicado. "Estamos orgullosos de las acciones que hemos tomado para garantizar que los opioides se receten de manera adecuada".
La sobredosis de analgésicos recetados y de heroína, una droga a la que recurren los adictos a los opioides cuando no consiguen los medicamentos de venta controlada, explotó en los últimos 20 años, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), autoridad de salud pública en los Estados Unidos, casi 400.000 personas han muerto a causa de una sobredosis de opioides recetados o ilícitos.
El ícono pop Prince y el rockero Tom Petty están entre las víctimas de más alto perfil de la epidemia.
(Con información de AFP)
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