A algunos les pueden parecer adorables. Otros los ignoran, tarea cada vez más difícil por su abundancia. Pero lo que no se puede negar es el riesgo latente que llevan, ya que pueden causar efectos irritantes en las personas y hasta causar la muerte de perros o gatos.
Se trata de los sapos bufo o de caña, que en los últimos días se convirtieron en una plaga en Palm Beach, un suburbio de Florida que se ve abrumado por la presencia de esta especie venenosa.
Las imágenes transmitidas por medios locales y residentes en redes sociales muestran a los sapos aglomerados en piscinas, carreteras, jardines y garajes. Casualmente, este fin de semana el presidente Donald Trump estuvo en su residencia de Mar-a-Lago, que podría estar afectada con la presencia de los anfibios.
"Estoy preocupada por las mascotas", comentó la vecina Jenni Quasha, quien relató al canal WPBF que su familia vio los sapos el viernes y que luego se dio cuenta que había cientos de ellos en la piscina. Ahora, teme que se reproduzcan a gran velocidad y "se apoderen del barrio".
La presencia de los animalitos se debe a las torrenciales lluvias recientes y a las altas temperaturas, explicó al canal WPTV Mark Holladay, de la empresa de remoción de plagas Toad Busters. Además, vaticinó que la plaga se extenderá por otras partes del sur de Florida en las próximas semanas.
Expertos de la Universidad de Florida advierten que cuando esta especie se siente amenazada, emite "una sustancia lechosa altamente tóxica" de las glándulas tras sus orejas, que puede causar ardor en los ojos, irritación en la piel "y matar gatos y perros si ingieren la secreción".
Se cree que el aumento de la cantidad de sapos se debe a las intensas lluvias recientes. Por el momento, los vecinos afirman que tratan de caminar con cuidado para evitar pisar a los animales.
(Con información de AP)
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