Padres adinerados, incluidas dos actrices de Hollywood, fueron imputados por pagar millonarios sobornos para que sus hijos ingresaran a prestigiosas universidades de Estados Unidos. Las actrices Felicity Huffman (Desperate Housewives), de 56 años, y Lori Loughlin (Full House), de 54, son parte de los acusados. Pero hay un hombre, William Rick Singer, que planeó todo y, según la Justicia, recibió 25 millones de dólares de padres en sobornos entre 2011 y febrero de 2019.
Ante la Corte, Singer se declaró culpable de cuatro cargos: conspiración por extorsión, conspiración para el lavado de dinero, conspiración para defraudar a los Estados Unidos y obstrucción de la Justicia.
Bronceado y delgado, con el pelo entrecano y vestido con un abrigo azul, escuchó al fiscal federal Eric Rosen repasar una larga lista de delitos, desde el pago de 2,7 millones de dólares en sobornos a un entrenador de tenis de la Universidad de Georgetown hasta mentir sobre las etnias de los estudiantes para aprovechar los programas de cupo. Admitió haber hecho esas cosas y "muchas más". Cuando el juez le preguntó si sabía que estaba violando la ley, dijo que sí.
Singer, de 58 años, suele describirse como un "emprendedor serial" que fundó una escuela secundaria online, y que se dedicaba a "ayudar" a los estudiantes a entrar en la universidades de sus sueños. Lo hacía de manera espuria, a través de una compañía con sede en California que él fundó hace 25 años, llamada Edge College & Career Network, también conocida como Key.
Su objetivo, según el sitio web de la compañía, era ayudar a aliviar la ansiedad de ingresar a la universidad porque él "ha visto de primera mano el estrés que las admisiones universitarias y el proceso de reclutamiento de atletismo pueden suponen en una familia".
Recibió 25 millones de dólares de padres en sobornos entre 2011 y febrero de 2019. Parte de los pagos a Singer -que llegó a cobrar hasta 6,5 millones de dólares para garantizar una admisión- eran hechos a KWF, una fundación caritativa creada por él. Eso les permitía, además, deducir impuestos de sus contribuciones "caritativas".
¿Cómo operaba? Teniendo bajo su control casi todo el sistema de admisiones. Sobornaba a entrenadores para que aceptaran a estudiantes en sus equipos, y otras veces creaba perfiles atléticos falsos para los hijos de sus clientes, inventando logros deportivos y falsificando fotografías de los jóvenes haciendo deporte.
El ex entrenador del equipo femenino de fútbol de Yale, Rudolph Meredith, aceptó por ejemplo 400.000 dólares para recibir a una estudiante que nunca había jugado al fútbol de manera competitiva, según la acusación. Por ese servicio, la familia de la joven pagó a Singer 1,2 millones de dólares.
Además, cobraba entre 15.000 y 75.000 dólares por corregir respuestas erróneas de los exámenes de admisión universitaria de los hijos de sus clientes o para que una persona se hiciera pasar por ellos para dar las pruebas.
El sitio web de su compañía afirma que Singer "ayudó a guiar a miles de estudiantes de secundaria en el proceso de admisión a la universidad", además de asesorar a 90.000 adultos en todo el país. "Nos asociamos con su hijo o hija para identificar sus fortalezas, aprovechar su potencial, elegir la universidad adecuada, posicionarse para el ingreso y delinear un curso de estudio y experiencias extracurriculares para llevar a una vida de éxito", dice la página.
El sitio web incluye testimonios, muchos de ellos firmados solo con nombre de pila, cantando las virtudes de Singer. "Apuesto a que recibes muchos de estos tipos de correos electrónicos, pero hay una razón para eso", dice en una de esos mensajes Connor, quien cuenta que acaba de ingresar a la USC. "Muchas gracias por cambiar mi vida", concluye.
Según The Key, la carrera de Singer incluye puestos como Ejecutivo senior en The Money Store / First Union Bank, gestionando centros de llamadas de bancos minoristas; vicepresidente ejecutivo de la compañía de centros de llamadas más grande de la nación que cotiza en bolsa, West Corporation; CEO de una de las compañías de call center más grandes de la India antes de venderlo al Banco ICICI; y además, es el autor de un libro llamado Getting In (Entrar), en la que da consejos para ingresar "a la universidad de su elección".
Este "emprendedor serial" podría pasar más de 20 años en prisión.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: