El escándalo por los sobornos en las admisiones universitarias en los Estados Unidos amenaza con generar una catarata de demandas contra las universidades. Tanto estudiantes que fueron rechazados como también alumnos y de egresados que consideran que las abultadas sumas que han pagado durante sus carreras universitarias para obtener un título que se consideraba prestigiosos amenazan con recurrir a los tribunales para ser indemnizados.
Las primeras de esas demandas ya fueron presentadas. Se trata de una demanda colectiva iniciada por dos universitarias de Stanford que demandaron a la Universidad de Yale y a la Universidad del Sur de California (University of Southern California) y otras instituciones involucradas en el escándalo de sobornos en las admisiones revelado esta semana por la Justicia estadounidense y que puso en evidencia que padres acaudalados habrían pagado grandes sumas de dinero para que sus hijos ingresen a las mejores universidades.
Las estudiantes Erica Olsen y Kalea Woods dicen que se les negó una oportunidad justa de ser admitidas en el proceso de elección de una universidad, y que sus títulos de Stanford quedan devaluados por los cargos formulados por los fiscales federales.
En su demanda, Olsen, oriunda de Henderson, Nevada, dijo que tenía puntajes “estelar” en las pruebas estandarizadas y talento atlético, pero fue rechazada por Yale después de haber pagado la tarifa de aplicación.
“Si ella hubiese sabido que el sistema en la Universidad de Yale estaba pervertido y amañado por el fraude, no habría gastado el dinero para ser admitida allí”, afirma la demanda. “Ella tampoco recibió aquello por lo que pagó: un proceso justo de consideración de admisiones”.
Woods, de San Diego, dijo en la demanda que era una estudiante y atleta excepcional, pero cuando solicitó ingresar a la University of Southern California "nunca se le informó que el proceso de admisión era un proceso injusto y fraudulento en el que los padres podrían comprar su ingreso a la universidad a través de sobornos y ardides deshonestos".
Al igual que Olsen, Woods sostuvo en su demanda que su título de Stanford “ahora no vale lo que valía antes, porque los posibles empleadores ahora pueden cuestionar si fue admitida en la universidad por sus propios méritos, en lugar de tener padres ricos que estaban dispuestos a sobornar a los funcionarios escolares”.
Fiscales federales de Estados Unidos presentaron cargos contra decenas de personas el 12 de marzo en un gran escándalo relacionado con admisiones a universidades que involucra a padres adinerados —incluidas celebridades de Hollywood y prominentes líderes empresariales— que pagaron sobornos para lograr el ingreso de sus hijos a universidades estadounidenses de élite.
En el caso, se presentaron cargos en contra de 33 padres. También estuvieron implicados los principales entrenadores universitarios, que fueron acusados de aceptar millones de dólares para ayudar en la admisión de estudiantes a Wake Forest, Yale, Stanford, la Universidad del Sur de California y otras instituciones, sin importar sus habilidades académicas o deportivas, dijeron los funcionarios.
Los acusados incluyen a las estrellas de Hollywood Lori Loughlin y Felicity Huffman, líderes de negocios, un diseñador de moda y un reconocido abogado, dijeron los funcionarios.
El consultor William “Rick” Singer, de 58 años, de Newport Beach, California, se declaró culpable de crimen organizado, lavado de dinero, evasión de impuestos y obstrucción de la Justicia en un tribunal federal de Boston. El hombre sobornaba a entrenadores, falsificaba registros deportivos y sustituía exámenes.