"Daniel Ortega está apelando al clásico 'EEUU vs. Nicaragua', pero eso no es lo que realmente sucede, lo que pasa es que los nicaragüenses quieren democracia", afirmó Todd Robinson, asesor principal para América Central de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. En una conferencia telefónica de la que participó Infobae, el funcionario de Trump adelantó que se evalúan nuevas sanciones.
"Seremos muy agresivos identificando a los funcionarios del régimen nicaragüense que abusen de su poder, violen los DDHH, encarcelen o asesinen opositores", adelantó. Para Robinson, cuánto más se exponga a los "corruptos y abusivos", cuánto mejor se los identifique ante el mundo "como realmente son", más cerca estará la democracia en Nicaragua.
El funcionario del departamento de Estado afirmó que "todas las opciones están sobre la mesa" para presionar al régimen y adelantó que habrá más sanciones individuales contra funcionarios del régimen. Además, explicó que pueden haber sanciones por categoría, contra las fuerzas de seguridad o el poder Judicial, por ejemplo. "Seremos muy agresivos", insistió.
Robinson adelantó que EEUU sólo confiará en la voluntad de diálogo de Ortega cuando el régimen libere a todos los presos políticos. "Hace un mes, ordenó excarcelar a unos 100 pero les otorgó prisión domiciliaria, eso no es suficientes. Exigimos libertad plena", avisó.
Además, marcó como otra de esas "pruebas de voluntad", el llamado a elecciones libres. "Eso sí, con nuevos candidatos, ya no más Ortega o Murillo (por la primera dama, Rosario Murillo)".
El embajador explicó que lo que sucede en Nicaragua, como lo que sucede en Cuba o en Venezuela, es un "desafío para el hemisferio". No quiso entrar en comparaciones con el régimen de Nicolás Maduro, pero sí apuntó que el accionar represivo de Ortega está comenzando a tener consecuencias en otros países. "Costa Rica y Panamá, que han sido muy generosos con quienes salen de Nicaragua, ya están viviendo los efectos", apuntó.
El funcionario del departamento de Estado llamó al resto de los países a unirse en la presión contra el régimen. Afimó que seguirá trabajando con la OEA, en especial con el secretario general Luis Almagro, y con sus socios en la región, Europa y Asia, para encontrar una solución democrática. "EEUU está dispuesto a ayudar a la oposición, darle herramientas, pero la solución saldrá de los propios nicaragüenses", agregó.
Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos confirmó que en estos meses fueron asesinadas más de 400 personas, contabilizó cerca de 800 presos políticos y hay miles de exiliados.
El Tesoro de los EEUU lleva meses sancionando al régimen y ha impuesto también sanciones individualizadas para altos funcionarios nicaragüenses, del círculo íntimo de Ortega y su esposa, como Francisco Díaz, el director de la Policía y consuegro de Ortega, principal ejecutor de la brutal represión; Fidel Moreno, un funcionario municipal señalado como principal nexo con las turbas, las fuerzas de choque del régimen; y a Francisco López Centeno, principal operador financiero de los Ortega y Tesorero del Partido Sandinista.
"El régimen de Ortega continúa eligiendo la violencia por sobre los derechos humanos por lo que EEUU usará todas las herramientas diplomáticas y económicas para respaldar las reformas democráticas", avisó Robinson.
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