Paul Manafort, el ex jefe de campaña del ahora presidente de EEUU, Donald Trump, cumplirá más de 7 años de prisión tras ser sentenciado hoy por un segundo caso relacionado con la llamada trama rusa por fraude fiscal y bancario.
En la vista del juicio celebrada este miércoles en el Distrito de Columbia, Manafort fue condenado a tres años y medio adicionales, después de la condena previa a casi cuatro años de cárcel que recibió en otro proceso judicial la pasada semana.
"El acusado no es enemigo público número uno", pero "tampoco es una víctima" dijo la jueza federal Amy Berman Jackson al declarar la sentencia en la corte . Agregó que este veterano cabildero republicano ha mostrado poco arrepentimiento y mintió de manera repetida.
La jueza Amy Berman Jackson subrayó que el exjefe de campaña de Trump ha pasado gran parte de su trayectoria dedicado a "engañar al sistema".
Manafort, de 69 años, deberá devolver, además, 6 millones de dólares.
Manafort, de hecho, tuvo que dimitir de la jefatura de campaña de Trump al descubrirse que ocultó a las autoridades un pago de 12,7 millones de dólares por una asesoría al depuesto presidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014).
Cuando en mayo de 2017 el Departamento de Justicia nombró al fiscal especial Robert Mueller para investigar la presunta injerencia del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca del año anterior, este puso la lupa en las finanzas de Manafort para forzarle a colaborar en la pesquisa.
Cercado por las acusaciones en su contra, Manafort terminó por firmar un acuerdo de colaboración con los fiscales de Mueller que investigaban la campaña de Trump a cambio de recibir una condena reducida en sus procesos.
Sin embargo, Mueller rompió el trato al considerar que Manafort le había mentido de forma reiterada, algo que la jueza Amy Berman Jackson ha considerado probado y que podría sumarle años a la condena de la próxima semana.
Las mentiras a Mueller no fueron el único obstáculo que Manafort puso a la investigación sobre la trama rusa y a los procesos en su contra.
El pasado 15 de junio, estando él en arresto domiciliario desde la imputación de los primeros cargos el 30 de octubre de 2017, Jackson decretó su ingreso a prisión al acusarlo de intentar influir en las declaraciones de otros testigos.
La caída en desgracia de Manafort se suma a la de Michael Cohen, ex abogado de Trump, condenado a 3 años de cárcel por delitos sobre financiación de campaña, sentencias con las que Mueller estrecha el cerco sobre el presidente estadounidense.
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