Este domingo Sara Baluch se puso su vestido de novia de gasa marfil que había elegido para usar en el altar meses antes, pero lo que no tenía previsto es que la cita con el amor de su vida, Mohammad Sharifi, sería en el cementerio, ya que fue asesinado semanas antes cuando lo asaltaron.
"Se suponía que estaríamos juntos", dijo Baluch de 22 años en la tumba de su prometido mientras las lágrimas corrían por su rostro al mirar la fotografía de quien ese día se convertiría en su esposo Mohammad Sharifi, de 24 años, ambos habitantes de Nashville, Tennessee.
El 19 de febrero, Sharifi fue asesinado a tiros en el estacionamiento de un complejo de apartamentos en Hixson, donde acordó vender su sistema de juegos Xbox One a D'Marcus White después de hablar con él en Facebook.
D'Marcus White, de 20 años, fue arrestado y acusado de homicidio criminal por la muerte de Sharifi.
Baluch fue la primera en llegar al hospital después de que le dispararon. Cuando le pidió información al personal del hospital sobre qué habitación estaba, le dijeron que su prometido no estaba en el sistema.
Your pictures & videos are all I have of your beautiful soul. They’re all I look at, & I can’t get enough. It’s been 12 days, & I miss you like the flowers miss the rain. Everyday, my heart gets weaker & weaker, but I can feel you lifting me, helping me. I love you, baby. pic.twitter.com/ULWYfFv2k5
— Sara (@Baluch_Sara) March 4, 2019
"Tuve el peor presentimiento", le dijo a Times Free Press en una entrevista el mes pasado.
Minutos después, una enfermera se acercó a Baluch y le dijo que Sharifi estaba muerto.
"Tomó mi mano y dijo: 'Lo siento mucho. Le dispararon. No lo logró'", recordó Baluch entre lágrimas.
"Era como si el mundo hubiera sido arrancado de debajo de mí. Sentí como si estuviera cayendo y no parara. Me desmayé. Cuando me desperté, pensé:
'No, esto es un sueño. Nos casábamos en dos semanas. Lo vi anoche. Lo vi'". Las enfermeras escoltaron a Baluch a la habitación de Sharifi, donde él estaba "acostado tan pacíficamente", relató.
Baluch dijo que en las dos semanas posteriores a la muerte de Sharifi, él la visitó varias veces en sus sueños.
"No me hablaba. Él sólo viene a mí y me abraza. Eso es todo lo que hace. Eso me da un poco de consuelo, estoy agradecida. Eso es lo más cercano que he estado de él, abrazándolo", dijo la joven.
Sin embargo Sharifi logró celebrar el cumpleaños de Baluch el 27 de febrero porque ya había comprado y encargado sus regalos, incluido un Rolex que le había prometido mientras estaban de vacaciones en Hawai.
"No tenía idea de que él cumpliría su promesa", dijo. "Estaba tan emocionado. Fue lo más difícil porque él los consiguió para mí. No está aquí y todavía me sorprende" dijo la joven.
Baluch dijo que sus amigos habían dicho sobre que el amor Sharifi y ella "era tan poderoso que no podía existir en esta tierra, que la única forma de separarnos era a través de la muerte", según relató al Times Free Press.
"Nuestro amor tenía que existir en un mundo diferente. No podría existir aquí. Era demasiado perfecto, parecía anti natural", explicó la universitaria.
Sharifi se había estado preparando para graduarse de la Universidad de Tennessee Chattanooga esta primavera.
Muchos de sus amigos viajaron a Nashville para asistir a su funeral el 22 de febrero, el cual su padre, Mohssen Sharifi, dijo que era un testimonio del tipo de hombre que era su hijo.
"Hasta que no vayamos a la tumba, no olvidaremos a Mohammad", dijo.
Baluch se hizo eco de los comentarios de su futuro suegro y dijo: "Lo único que quería hacer era hacer que la gente sonriera. Él diría cualquier cosa solo para hacer reír a la gente".
"No encuentras ese tipo de preocupación y empatía en las personas. Las personas de nuestra edad actualmente son tan egoístas. Pero él no era nada de eso. Tendrías media taza, y él llenaría la otra mitad por ti. De alguna manera, él te daría el mundo. Oh Dios mío, él era perfecto", recordó Sara.
Sara y Mohammad se casarían este fin de semana, el día más feliz se convirtió en el más triste Foto: Linkedin