En la cima de un peñón, en una isla de la Bahía de San Francisco se ubica una cárcel de máxima seguridad cuyos secretos y misterios han inspirado decenas de leyendas y cuentos para no dormir: la prisión de Alcatraz.
Poderosos criminales como el psicópata amante de los pájaros Robert Stroud o el reconocido mafioso Al Capone durmieron en las celdas de la prisión y murieron en sus instalaciones.
Aunque el reclusorio cerró sus puertas en 1963 por los altos costos de su mantenimiento, muchos enigmas se ciernen aún sobre sus muros. Más ahora, que un grupo de investigadores de la Universidad de Binghamton, Nueva York, confirmaran que bajo el patio de la prisión existen pasadizos "a prueba de bombas", túneles y ductos de ventilación.
Los arqueólogos utilizaron tecnología no invasiva para localizar los resquicios históricos. Gracias a radares de alta tecnología y exploraciones láser, el equipo descubrió la estructura, que según indicó, forma parte de una antigua base militar del siglo XIX.
"Los restos de estas históricas construcciones estaban a pocos centímetros de la superficie y milagrosamente se conservaron de manera impecable" dijo en un comunicado el arqueólogo líder de la investigación, Timothy de Smet.
Una fortaleza militar para defender la costa de California
De acuerdo con el estudio, la construcción militar se habría edificado alrededor de 1840, cuando México perdió el control de California. Para las autoridades estadounidenses la ubicación de la isla, en plena Bahía de California, era un lugar ideal para erigir una fortaleza desde la que defender sus costas.
Cuando se construyó la prisión, a principios del siglo XX, los trabajadores de la obra enterraron los edificios y pasillos de la base militar y levantaron sobre sus cimientos "La Roca", nombre con el que también se conoce al reclusorio.
El descubrimiento es importante desde el punto de vista histórico, pues marca una transición entre las estructuras de ladrillos y mampostería que se utilizaban tradicionalmente en la construcción de defensas costeras, hacia edificaciones de barro.
El hallazgo del equipo liderado por Timothy de Smet confirma una de las principales hipótesis que han defendido los expertos durante años: la existencia de pasadizos y resquicios históricos bajo el suelo de Alcatraz.
Además, da crédito a una de las leyendas populares más famosas del lugar, que contaba que una extensa red de túneles recorría el subsuelo del estremecedor reclusorio.
"Fue maravilloso hallar historia justo bajo nuestros pies y poder visualizarla para el público" dijo el jefe de la investigación.
La prisión de Alcatraz es ahora una especie de "museo del terror" en el que los curiosos visitantes pueden recorrer las instalaciones en las que vivieron algunos de los criminales más famosos.