"La primera vez que Donald Trump dijo que todas las opciones están sobre la mesa, yo estaba frente a él, en las Naciones Unidas, y se lo pregunté", recordó Carla Angola, analista política de EVTV Miami. El presidente de los Estados Unidos especificó: "Las más suaves y las más fuertes, y sabe a qué me refiero". Al escucharlo repetir esas palabras ante la comunidad venezolana en Miami, Angola sostuvo que esa declaración "anunciaba que esto se iba a seguir reforzando".
En opinión de la venezolana exiliada, la presencia de Trump en Florida International University (FIU) probó ese refuerzo, a pocos días de la fecha en la que se dirimirá si la ayuda humanitaria en la frontera con Colombia ingresa o no al país. "El discurso fue muy importante en esta fecha: es muy significativo que en Presidents Day este presidente haya decidido venir al bunker de los venezolanos en el Doral para decirnos que no se olvidan ni en un día de descanso", agregó.
"El presidente dejó claro que el proceso en Venezuela es irreversible", dijo Orian Brito, joven venezolano exiliado, periodista de Canal 41 en Miami. "La administración Trump tiene una posición bien firme: respaldar no sólo al presidente interino Juan Guaidó sino el cambio que se ha iniciado en la Asamblea Nacional".
Venezuela, Cuba y Nicaragua
En el Auditorio Ocean Bank Convocation Center de FIU, un espacio de 1.800 metros cuadrados en el que sonaba principalmente el idioma castellano, el público escuchó a los oradores previos, como los senadores Rick Scott y Marco Rubio, y asombró al asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, con una costumbre latinoamericana: coreó su nombre.
"Cuando uno habla de Miami tiene que hablar de un tentáculo de Venezuela", dijo a Infobae René Pedrosa, el vocero del alcalde de la ciudad, Francis Suárez. "Miami es la capital de Latinoamérica", señaló sobre el área que concentra la comunidad más grande de venezolanos en los Estados Unidos, alrededor de unas 100.000 personas, además de la mayor colectividad cubana, que llega a 1,2 millones en la Florida.
Luego de las intervenciones del gobernador del estado, Ron de Santis, y la primera dama, Melania Trump, llegó el turno del mandatario, que llegó al podio entre aplausos de los asistentes, muchos de los cuales llevaban gorras MAGA (Make America Great Again) o Trump 2020. Habló sobre el caso Venezolano y también del "ocaso del socialismo", lo cual hizo que flamearan algunas banderas de Cuba y de Nicaragua.
"Creo que es parte de una línea de gobierno que toma Venezuela como un eje para ejemplificar lo nocivos que pueden ser los gobiernos que toman el socialismo como excusa para convertirse en gobiernos autoritarios", interpretó Zairena Barboza, venezolana exiliada, directora de Actualidad Radio 1040AM. "Creo que Venezuela se va a convertir en un ejemplo, en un espejo en el que otros países de América Latina se van a ver reflejados".
Con menos conocimiento de política internacional, pero más experiencia de vida, un matrimonio mayor, Isabel y Mariano, que asistieron "para apoyar a Trump, las políticas de Trump", dijeron que no guardaban ya mayor expectativa: "Somos cubanos, llevamos muchos años aquí".
El militar exiliado Antonio Rivero González, general de brigada en Venezuela, ironizó: "Reconocido es que Donald Trump no es afecto al socialismo". El mensaje del mandatario, en su opinión, fue que "el sostenimiento que estos regímenes han tenido a través de los recursos de Venezuela ya llega a su término".
El gobierno de Trump, cree, "hará un esfuerzo de consideración para tratar de erradicar lo que, a través de la política del Foro de San Pablo, llegó a consolidarse en Latinoamérica, y que afecta la paz, la economía y la estabilidad de la región, e incide en los Estados Unidos desde el punto de vista social, de la inmigración, por ejemplo, y de amenaza, dada su relación con el terrorismo islámico que hoy se posiciona en América Latina a través de Venezuela".
Brito agregó que hay otra forma en que "la tragedia de los países con regímenes socialistas se extiende en la región", y que en el caso de Venezuela se ha agudizado en los últimos tiempos: "La emigración de tres millones de venezolanos. Eso ha generado la preocupación no sólo del gobierno de los Estados Unidos, sino de otros países sobrepasados por esta situación".
Después del 23 de febrero
Para todos los asistentes el sábado 23 de febrero es una fecha clave, aunque tienen distintas expectativas. "Los ojos del mundo están puestos en Cúcuta en estos momentos", dijo Pedroza, sobre la ciudad fronteriza colombiana donde está la ayuda humanitaria para Venezuela. "El mensaje está en claro, el mensaje está enviado a los integrantes del ejército de Nicolás Maduro. Es contundente y directo: o dejan entrar la ayuda humanitaria o habrá consecuencias".
Barboza tiene esperanzas: "Todo indica que vamos a juntar toda la fuerza en común para que entre la ayuda humanitaria. ¿Qué va a pasar en el momento? No sé. Porque eso depende de Maduro y sus secuaces. Esto se cuece minuto a minuto". En cambio, Rivero no: "No va a haber facilitación para que entre la ayuda humanitaria. No hay una articulación de la parte que puede enfrentar al régimen. Si la enfrenta, va a haber problemas internos, en los que van a participar colectivos, la guerrilla colombiana".
Agregó: "Forzar la ayuda humanitaria no es la vía más apropiada para hacerlo. La actuación estaría supeditada a otro momento, no al 23. Pero no muy lejano". El militar, quien lleva cuatro años en los Estados Unidos, evaluó que el discurso confirmó que sobre la mesa está "el plan B, la opción militar".
Luisalba Morales, economista y educadora, integrante de Venezuelan American Republican Alliance (VARA, organización sin fines de lucro que reúne ciudadanos estadounidenses e inmigrantes venezolanos) desearía que no fuera así: "La expectativa es que, con el apoyo del presidente de los Estados Unidos, se tome alguna de las decisiones que están sobre la mesa". Pero guarda pocas ilusiones: "Y si es que hay que llegar a la última, la intervención, pues que lo hagan de una vez, porque a las personas la ayuda humanitaria no les está llegando".
Angola señaló que, más allá del mensaje de la Casa Blanca, "hay un convencimiento de que todo está tan débil, tan roto, que tal vez los venezolanos seamos los protagonistas de este cambio, y no necesitemos ayuda internacional para eso".
Ultimátum
Uno de los puntos que más comentaron los asistentes fue que Trump reiteró que hay una oferte de amnistía para los militares venezolanos, cuyo anverso sería la posibilidad de "perderlo todo". Aunque no les resultó novedoso, ya que es parte del discurso de Washington DC sobre el tema, lo comentaron como un último mensaje.
"Fue un ultimátum", dijo Rivero sobre la frase, y sobre el discurso en general. "Lo interpreto como un ultimátum. En los términos de intransigencia que presenta el régimen, al no ceder el poder por las vías constitucionales, ni por negociación o acuerdo, hay que dar un tiempo antes de que se actúe por la fuerza para tratar de que se revierta esto que se ha impuesto a la sociedad venezolana".
Pedroza, de la Alcaldía de Miami, avizoró que "estas semanas próximas serán de mucha tensión". Va a haber tensión, repitió, "sin dudas, pero esta vía intenta evitar la violencia".
Barboza destacó que la velocidad a la que se suceden los hechos es en sí un factor. "De aquí al 23 hay demasiadas horas por vivir. En diciembre ninguno de nosotros se imaginó que en enero íbamos a estar en esto. El 23 de enero, el día democracia en Venezuela, cuando el presidente Juan Guaidó hizo el acto de jura en la calle, jamás imaginamos que en este momento tendría Venezuela una coalición de casi 60 países apoyando su gesta de libertad. Hoy existe una oposición muy distinta".
Papel de los militares
"Hemos visto militares que se están revirando a este gobierno dictatorial de Nicolás Maduro", observó Pedroza. "Hemos visto militares abrazando a aquellas personas que se están manifestando". Ese fue otro de los temas que se conversó entre los asistentes tras escuchar el discurso de Trump: el papel de las fuerzas armadas venezolanas en los días por venir.
"Lo que sucede en Venezuela también les sucede a las familias de esos miembros del ejército. Eso tiene efectos. Creo que se están dando cuenta que el lado correcto de la historia es lo que está sucediendo en estos momentos con el presidente legítimo Juan Guaidó", completó el vocero del alcalde Suárez.
Para Brito, el mensaje tuvo dos momentos destacables, y uno de ellos fue "el mensaje a los militares venezolanos". La Casa Blanca, dijo, los instó a que "promuevan el cambio y se pongan del lado de la Constitución". El otro momento clave, que se asocia a este mensaje, es que "ninguna opción está descartada: Estados Unidos da un respaldo importante al rescate de la democracia en Venezuela".
Angola observó que la gran pregunta entre los miembros de la colectividad veneolana es qué va a pasar con las fuerzas armadas si Caracas ordena que la ayuda humanitaria no entre. "John Bolton dijo que ellos no pensaban ahora intervenir, porque hay militares venezolanos conversando con el gobierno interino para poder ver la manera en que pueden ser parte de la transición sin sufrir consecuencias".
Una posición sin oposición
Tanto Angola como Barboza destacaron que, más allá de las simpatías o antipatías políticas que pueda despertar Trump, la realización de este discurso en Miami señala que existe un consenso acerca de la tragedia que viven los venezolanos. "Pasaron muchos años de exilio, reuniones, para que se entendiera que no se está peleando contra un narcotraficante que se ha enriquecido y ha robado el dinero de la nación, a quien le bloquean las cuentas", dijo Angola.
"Muchos pueden no estar de acuerdo con Trump, pero creo que nadie está en desacuerdo sobre esto", enfatizó Barboza. "Desde el 10 de enero, cuando Nicolás Maduro se convirtió en un usurpador al juramentarse de forma ilegítima, nadie, ni siquiera en el Congreso de los Estados Unidos, se ha levantado en contra de las acciones que ha tomado en presidente. Es una de las acciones que en dos años de gobierno el presidente Trump no ha tenido oposición".
Las cartas, repitió, ya han sido repartidas. "Lo que te llegó, te llegó. No tienen algo guardado. Buscaron coalición; la tuvieron. Lo llevaron a la ONU; todos los países votaron. Está la oferta de amnistía; yo entrevisté a un coronel que manifestó en uniforme, llegó aquí y está en el proceso de amnistía. Se activó la Unión Europea; acaban de expulsar a los cuatro europarlamentarios. Estos son los hechos".
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