El año pasado el Museo Metropolitano de Arte (The Met) exhibió una importante pieza que se unía a su colección. Se trataba de un sarcófago egipcio dorado del primer siglo a.C. que dicen perteneció a Nedjemankh, un sacerdote del dios Heryshef.
Esta muestra cerró esta misma semana porque el museo llegó a la conclusión de que la pieza debía ser devuelta.
Se determinó que se devolverá a Egipto un antiguo ataúd bañado en oro después de que la justicia determinara que había sido robado de ese país, dijo la institución.
⭕️ Restitution: Met Museum agrees to return its 1st century B.C.E mummiform coffin, inscribed in the name of Nedjemankh, to Egypt
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El museo había comprado el preciado sarcófago, que data del siglo I antes de nuestra era, en julio de 2017 a un vendedor de arte de París por un precio de casi cuatro millones de dólares.
Sin embargo, la oficina del fiscal de distrito de Manhattan determinó que el ataúd dorado con forma de momia había sido vendido con documentación apócrifa, incluida una licencia falsificada de exportación emitida en Egipto en 1971.
Hasta el momento se desconoce cómo fue que los investigadores descubrieron la procedencia ilícita de esta pieza.
Una declaración realizada el viernes citó al director general del Met, Daniel Weiss, expresando sus disculpas con el pueblo egipcio y específicamente con el ministro de Antigüedades de ese país, Khaled El-Enany.
"Después de enterarnos de que el Museo fue víctima de un fraude y, sin saberlo, participó en el comercio ilegal de antigüedades, trabajamos con la oficina del fiscal del distrito para su devolución a Egipto", dijo Weiss.
El museo aseguró que "considerará todos los recursos disponibles para recuperar el precio de compra pagado por el ataúd" y se comprometerá "a identificar cómo se puede hacer justicia" y cómo puede "ayudar a disuadir los delitos futuros contra los bienes culturales".
No es la primera vez que surgen dudas sobre la minuciosidad con la que el museo investiga la procedencia de los objetos que adquiere. Ya ha habido otros incidentes que arrojan dudas sobre otras piezas de su colección.
El ataúd, decorado de manera refinada y ya apreciado por casi medio millón de visitantes desde que se convirtió en pieza central de una gran exposición en julio, está bañado en oro y era asociado por los antiguos egipcios con deidades locales.
En la pieza está inscrito el nombre de Nedjemankh, un sacerdote de alto rango del dios Heryshef de Herakleopólis, el cual es representado con una cabeza de carnero.
Con información de AFP