"No soy yo, eres tú", así inició Jordan Beckwith una carta para despedirse de su pie derecho, el cual le causó una infinidad de dolores desde que sufrió un accidente cuando ella era una adolescente de 13 años.
Tras varios años de operaciones continuas sobre su extremidad, la joven de 27 años decidió convertirse en una persona con una amputación para mejorar sus condiciones de vida.
Pero antes de someterse a la operación de dos horas y media escribió sobre su pie: "no soy yo, eres tú. Estoy seguro de que hemos tenido buenos momentos juntos, pero es hora de que nos separemos. Te deseo lo mejor".
Jordan optó por la amputación después de padecer por varios años un dolor intenso y someterse a varias operaciones.
Su calvario inició cuando cayó de un caballo en 2005, accidente en el que se rompió un tobillo.
"Mi caballo tropezó y me puse sobre su hombro. Aterricé sobre mi cuello y me desmayé por un segundo", declaró según el Daily Mail.
El dolor le impedía ponerse de pie y el doctor le comentó que se había roto el hueso de la tibia en la parte inferior de la pierna.
Relató que padeció una lesión muy extraña, calificada así por los mismos médicos. "La parte inferior del hueso se había roto. Una pulgada de ella se había roto y fue empujada hacia arriba en mi pierna", dijo.
Fue sometida a una primera cirugía, la cual no resultó como se esperaba porque el tobillo no se alineó bien, así que los doctores lo volvieron a romper y la metieron al quirófano nuevamente.
Un año después se sometió a una fusión de tobillo entre su hueso y una placa de acero con seis tornillos, lo que tampoco resultó bien porque siempre tuvo que tomar medicamentos y caminaba mal.
"Nunca se sintió bien. A lo largo de la secundaria, me dolía, dijo ella. Durante los últimos 14 años, siempre he estado tomando algún tipo de medicamento para el dolor", declaró.
Agregó que "no podía caminar, no podía hacer mi trabajo, ni siquiera podía llevar a mis perros a una caminata de dos minutos. No pude hacer jiu jitsu. Me estaba congelando el tobillo todas las noches. Ya no quería vivir así".
Ante su desesperación, Jordan acudió a un cirujano en Denver, Colorado, quien le ofreció hacerle una nueva operación que consistía en reemplazarle el tobillo riesgoso o amputarle el pie.
La mujer inicialmente programó el reemplazo de tobillo, pero después de pensarlo y analizar si tendría que volver a sufrir por operaciones interminables, decidió amputarse el pie porque le daría una mejor calidad de vida al poder caminar y algún día correr con una prótesis.
"Busqué todos los videos de YouTube y todos los artículos que pude sobre ser un amputado por debajo de la rodilla. Entré en la cirugía con dos piernas y sabía que no iba a salir con dos piernas. Fue aterrador", declaró después de quitarse el tobillo el pasado 11 de octubre del año pasado en el Hospital de la Universidad de Colorado.
Después de que salió de la operación, relató, sintió mucho dolor, pero no se arrepintió porque espera pronto usar un par de zapatillas y salir a correr, que es lo que más desea en su vida.
Jordan Beckwith compartió su historia en su canal de Youtube Footless Jo, lo que le permite documentar su rehabilitación y a procesar toda la situación.