El CEO of Amazon es una persona muy especial —el hombre más rico del mundo, el amo de buena parte de la infraestructura de internet— pero, a la vez, tiene algo en común con muchos mortales: en algún momento envió mensajes de texto y selfies de índole íntima a la persona con la que mantiene una relación romántica.
Jeff Bezos denunció a la revista National Enquirer por extorsionarlo con ese material que teóricamente circulaba sólo desde su teléfono al de su novia, Lauren Sánchez, pero en la práctica mostró las vulnerabilidades de seguridad en la comunicación electrónica. Ni siquiera alguien que se puede considerar más allá de todo, finalmente, lo está.
Según publicó en Medium, la empresa editora de la revista que en enero reveló el affair (y precipitó el divorcio de su ex esposa MacKenzie Bezos) le exigió que desistiera de la investigación privada que Bezos encargó por sospechar que existió una motivación política para la exposición de la vida privada. Bezos es también dueño de The Washington Post, un periódico crítico del gobierno de Donald Trump.
Pero más allá del trasfondo, ¿por qué alguien como Bezos enviaría fotos de su pene por teléfono?
"Según los investigadores, los inteligentes y poderosos no están menos inclinados al sexting (mensajes de texto de contenido sexual) que el resto de nosotros", argumentó The Atlantic.
Como la mayor parte de las conductas sexuales humanas, el sexting puede ser saludable o dañino, según el contexto y las personas involucradas. En el caso de Bezos y Sánchez, dado que parecen conductas consensuadas y recíprocas, se tratarían de uno de los factores más comunes de las primera etapa de las relaciones íntimas.
Michelle Drouin, profesora de psicología en Purdue University, los analizó para la revista: "Es una manera de establecer intimidad con una pareja, de decirle que uno tiene pensamientos sexuales con esa persona, de expresar los planes sexuales que se podría tener para más tarde", dijo. "Esto es parte de la experiencia sexual normativa hoy".
Según Drouin, más del 80% de los adultos jóvenes estadounidenses han enviado o recibido mensajes o fotos explícitos. Según un estudio de la empresa de seguridad digital McAfee, el 54% de los adultos había enviado o recibido mensajes, fotos o videos íntimos en 2014, y desde entonces es probable que las cifras hayan aumentado. En los Estados Unidos también los adolescentes sextean, según evidencia de una de cada siete escuelas.
El sexting es algo muy común entre personas que tienen una relación paralela a su matrimonio, como fue el caso de Bezos y Sánchez: "Es una manera de expresar deseo sexual cuando la distancia lo puede esconder un poco".
Muchas celebridades —Jennifer Lawrence, Kristen Dunst— han sido víctimas de hackers que violaron su privacidad e hicieron públicas imágenes íntimas que se tomaron para mostrarle a alguien en particular, no al mundo. "En un plano cultural, enviar una foto del pene no es el escándalo que hubiera sido hace unos años", agregó The Atlantic. "Le agrega una dimensión de normalidad", opinó Drouin sobre el caso de Bezos. "Los multimillonarios envían mensajes de textos de contenido sexual igual que el resto de nosotros".
Aunque muchas veces las fotos enviadas y recibidas de manera consensuada se vuelven a utilizar con otros fines, por lo general acosar a las personas, y en particular a las mujeres (la expresión pornovenganza, revenge porn, se refiere a estos casos, que se consideran delictivos), en el caso de la empresa editora responsable del National Inquirer se podría haber tratado de chantaje, según la denuncia de Bezos. Pero la popularización del sexting contribuyó a socava esa posibilidad y hacer público el reclamo del CEO de Amazon.
"Muchas veces la percepción de la gente muy rica es 'Tengo este nivel de prosperidad que soy intocable'", dijo a Bloomberg Mark Johnson, director ejecutivo de Sovereign Intelligence, una consultora de Virginia. "Pero los sistemas que tienen para proteger su información personal identificable son muy débiles".
El almacenamiento digital de datos ha cambiado la naturaleza de la vulnerabilidad de los mensajes íntimos, que se vuelven accesibles al hackeo y fácilmente duplicables. "Todos tenemos dispositivos que llevamos con nosotros y cada uno tiene su punto de vulnerabilidad", agregó a la publicación Kris Coleman, fundador de la empresa de servicios de inteligencia Red Five Security. "Las familias ricas deberían considerarse blancos equiparables a un estado nacional", concluyó.
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