Las autoridades locales hallaron el lunes a cinco personas muertas en un rancho en el condado de Polk, al norte de la ciudad de Houston (Texas).
La Oficina del Sheriff del condado de Polk, citada por el diario Houston Chronicle, explicó que sus agentes se desplazaron hasta el rancho durante la mañana tras recibir una llamada ciudadana por un posible delito.
A su llegada, se encontraron a las cinco personas muertas, aparentemente por disparos de bala.
La Oficina del Sheriff y los Rangers de Texas están investigando el suceso, del que no se conocen más detalles.
EL ESPOSO MATÓ A SU ESPOSA Y A SU BEBÉ
Un reporte de Daily Mail identificó a las víctimas como Randy Horn, de 54 años; su esposa Ashley, de 27; Ranly, hija del matrimonio de 15 meses; y los abuelos de Ashley, Lynda de 72 años y Carlos Delaney de 74.
Según informes que presentó el diario, Randy fue quien asesinó a la familia y luego se suicidó.
Testigos declararon que el hombre estuvo horas antes del tiroteo en el bar local "Players", donde era un cliente habitual.
Jodie Harris, bartender de "Players" que conocía a Randy por años, lo notó inusualmente callado y ausente.
En el lugar se llevaba a cabo un torneo de tiro al blanco de dardos, pero el presunto perpetrador del crimen pasó la noche en su teléfono. El personal conocía muy bien a Randy, por lo que les llamó la atención que tomara tres bebidas, cuando él siempre pedía "shots".
Horn estuvo en el bar desde las 13:30 horas del sábado hasta las 00:30 horas del domingo.
En Facebook, Horn publicó algunos mensajes sospechosos. Uno decía: "es tiempo de pagar por las malas decisiones".
"Él usualmente era muy extrovertido", dijo Harris. "Él no se veía enojado, triste o confundido, pero estaba ensimismado. Quizás porque no había bebido", agregó.
La empleada del lugar expresó que consideraba a Horn "incapaz" de cometer el crimen.
En Facebook hay varias fotos del matrimonio en situaciones rutinarias como viajes a casinos y postales familiares.
La madre de Ashley fue la única sobreviviente de la masacre en el rancho. Ella despertó a las 05:30 del lunes al escuchar sonidos de disparos. Llamó a su hijo y se encerró en su habitación hasta que llegó la policía.
Los oficiales descubrieron los cuerpos de Ashley, Lynda y Ranley, afuera de la residencia con múltiples disparos de bala. Los de Horn y Carlos se ubicaban al interior.
Con información de EFE