El estado de Washington en Estados Unidos, declaró el estado de emergencia sanitaria debido a un brote de sarampión que ha afectado desde el 1 de enero a unas 30 personas en un condado con bajas tasas de vacunación, informaron hoy medios locales.
Hasta el momento, se han confirmado 23 casos de sarampión de personas de entre un año de edad hasta los 29. De ellos, una persona tuvo que ser hospitalizada.
Según un comunicado publicado por el Departamento de Salud Pública del condado Clark, al menos 20 de las personas que contrajeron este virus no habrían recibido vacunas para evitarlo.
El gobernador del estado, Jay Inslee, dijo en un comunicado que el brote que se ha presentado en el condado de Clark "crea un riesgo extremo para la salud pública" que podría extenderse por toda la región.
La declaración de emergencia agiliza el uso de todos los recursos oficiales disponibles para ayudar a las áreas afectadas y facilita la solicitud de recursos médicos adicionales a otros estados.
"El sarampión es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que puede ser fatal en niños pequeños", alertó Inslee.
Señaló que la vacuna contra el sarampión es efectiva para prevenir la enfermedad cuando se administra antes de la exposición, y se deben tomar medidas pro activas para administrarla y otras para evitar una mayor propagación de la enfermedad, dijo el gobernador.
Las autoridades sanitarias señalaron que la mayoría de los casos se han presentado en personas no vacunadas.
Se sabe que algunos niños no se ponen las vacunas debido a creencias religiosas de sus padres. Existe un mito que las vacunas están relacionadas con el autismo, a pesar de que varios estudios aseguran que no existe vínculo alguno entre las vacunas y dicha enfermedad.
Sin embargo, explicaron que los afectados pueden haber estado expuestos a la enfermedad en más de tres docenas de lugares concurridos, entre ellos el Aeropuerto Internacional de Portland y conocidas tiendas de muebles y suministros.
El sarampión es una infección altamente contagiosa y potencialmente mortal que es más común en niños pequeños, aunque se puede prevenir fácilmente con la vacunación.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU han advertido de que pese a los esfuerzos que en las tres últimas décadas han desplegado las autoridades sanitarias en el planeta por erradicar enfermedades para las que existen vacunas, como la polio, el sarampión y la rubeola, estas aún constituyen un problema de salud pública en muchos países.
Con información de EFE