La primera vez que Ingrid Vaca vio "Roma", sola en su casa en Virginia el día de Año Nuevo, no podía parar las lágrimas: la historia de "Cleo", la empleada indígena de una familia mexicana en los años 1970, era también la suya.
"Me gustó porque muestra el amor que damos, porque el nuestro es un trabajo de amor", dice tras volver a ver la película en una proyección organizada por la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (NDWA en inglés) y Participant Media, coproductora del filme.
June Barrett, otra trabajadora del hogar y líder del Centro de Trabajadores de Miami comentó: "Roma crea un momento increíble de visibilidad para las trabajadoras del hogar en todas partes. Es una película sobre humanidad y compasión".
La mujer continuó "Cleo se dedicó a esta familia, los amaba y superó muchos desafíos y traumas. Esa es la verdadera historia de nuestras vidas como trabajadoras del hogar. Parte de mi propia vida estaba en esa película. Cleo era todas nosotras. Cleo era yo".
Ingrid y June son algunas de los cerca de dos millones de trabajadores del hogar que hay en Estados Unidos, más de 90% de los cuales son mujeres, la mayoría negras, hispanas o asiáticas, según la NDWA, la principal organización nacional del sector.
Un estudio de 2012 mostró que casi un cuarto de las empleadas domésticas en Estados Unidos vivía en la pobreza; solo 12% tenía seguro médico provisto por el empleador y apenas 7% contaba con un plan de pensión.
Algunas vivían en la casa donde trabajaban, otras no. La mitad estaba empleada medio tiempo. Muchas eran inmigrantes, en particular de Latinoamérica, que además recibían las peores pagas.
Trabajadoras históricamente excluidas
Los trabajadores domésticos son una de las fuerzas laborales de más rápido crecimiento. Sin embargo, las niñeras, las limpiadoras y los cuidadores domiciliarios han sido históricamente excluidos de las protecciones laborales básicas", asegura un informe de la NDWA, que impulsa una ley nacional para ampararlas.
Ya es hora de aprobar una ley que regule el sector, opinó Ai-jen Poo, directora ejecutiva de la NDWA, que la promueve junto a las demócratas Kamala Harris, senadora por California, y Pramila Jayapal, representante del estado de Washington.
Esta semana, las tres se reunieron en el Congreso con otros legisladores para crear conciencia sobre la necesidad de tener la primera Carta de Derechos para las Trabajadoras del Hogar.
“Despite the power hierarchies that are so clearly present between them — they offer an entry point for us to reflect on what real solidarity between women could look like.” @ROMACuaron @Participant @domesticworkers https://t.co/O1fVkCyVDy
— Ai-jen Poo (@aijenpoo) January 10, 2019
Hasta ahora, sólo ocho estados del país adoptaron declaraciones así: Nueva York, Illinois, Oregón, California, Nevada, Connecticut, Massachusetts y Hawái. En julio pasado, la ciudad de Seattle aprobó una de las legislaciones más completas.
"Hay una gran necesidad de atención a las personas mayores a medida que la nación envejece y la gente vive más", señaló Poo, destacando que la falta de amparo y los bajísimos salarios empujan la fuerza laboral hacia otros rubros, como la comida rápida y las ventas minoristas.
Today, there are millions of domestic workers like Cleo in @ROMACuaron, caring for homes and families around the world. Here’s what they had to say about the movie: https://t.co/ohBSrc0bKt
— Domestic Workers (@domesticworkers) January 6, 2019
El trabajo doméstico es "el más vulnerable", dijo la activista. "Vemos casos de trata de personas, agresiones sexuales y acoso, todo tipo de abusos. Necesitamos un estándar de protección", informó Ai-jen Poo.
"Cuarón realmente honra el trabajo de las empleadas domésticas", dijo sobre el director.
Por ello, los productores de la película se aliaron con la NDWA "para usar la historia universal de Cleo para dar visibilidad, dignidad, poder y respeto" al sector, dijo a AFP Nicole Starr, representante de Participant Media.
Con información de AFP