Una mujer llamada Carmen Morales adoptó a un gato que se encontraba en una situación crítica en las calles de Florida, hambriento lleno de sarna y adolorido, pero la peor parte es que la enfermedad que tenía en la piel había llegado hasta sus ojos.
El pequeño gato presentaba un alto grado de desnutrición y el malestar que tenía era tan grande que se estaba muriendo.
"Ni siquiera podía ver o abrir los ojos porque los ácaros eran tan malos. Debe haber sido tan aterrador para él que no pudiera ver. Estaba solo y muy flaco porque no podía encontrar comida", dijo Carmen Morales, fundadora de Animal Friends Project , a The Dodo.
Carmen Morales, quien se ha dedicado al rescate y la crianza de decenas de gatos enfermos que ha rescatado a lo largo de varios años, creó una sala de recuperación donde tenía al gato en aislamiento en su baño y comenzó a alimentarlo y le suministró antibióticos para eliminar la infección.
El pobre gato se sentía tan incómodo de que le pusieran el tratamiento hasta con algodones, pero después de algunos días finalmente comenzó a sentir alivio y reducir la comezón.
"Podíamos ver cómo su cuerpo tenso empezaba a relajarse a medida que pasaban los días. Finalmente pudo descansar sin rascarse tanto".
El gato, que fue bautizado como Cotton, no podía ver e instantáneamente comenzó a confiar en Morales, ella le aplicaba a diario un ungüento y aceite de coco para su piel irritada. El cuadrúpedo fue recuperándose poco a poco y su actitud comenzó a ser paciente y amorosa.
Cotton abrió los ojos, y pudo ver
Carmen Morales se llevó una gran sorpresa cuando Cotton abrió los ojos y descubrió que tenía un ojo azul brillante y otro color avellana. A medida de que pasaron los meses, Cotton superó los problemas de salud y parecía un gato completamente normal.
Cotton tenía una energía renovada y su aspecto estaba totalmente recuperado, después de que no había podido ver durante mucho tiempo.
Pensamos que era ciego y que sería ciego para siempre. El veterinario pensó que incluso cuando sus ojos se recuperaran podrían estar dañados, pero no lo estaban. Fue una sorpresa tan maravillosa. Sus ojos eran simplemente hermosos.
Tras tres meses de cuidados y de recuperación, Cotton, de seis años había formado un vínculo muy estrecho con Morales, y a donde quiera que ella iba, él la seguía y era la única que podía acariciarlo más de unos pocos segundos. Pero frente a otras personas actuaba nervioso, desconfiado y tímido, pero con Morales a su lado, se sintió poco a poco más confiado y cómodo.
"Si entro en otra habitación, él espera maullando afuera de la puerta, duerme conmigo, se queda a mi lado todo el tiempo … Él y yo tenemos una relación maravillosa", añadió.
Después de todo lo que Cotton soportó antes de que Carmen lo rescatara, ahora vive una vida de mimos y cariño, y está tan agradecido de que lo hayan sanado que está fuertemente ligado a él.
"Teníamos muchas solicitudes para él debido a su apariencia, pero al final vi lo apegado que estaba a mi. No tuve el corazón para hacerle pasar por otro cambio. Él ya había pasado por mucho".
Cotton está feliz y es el muevo miembro de la familia Morales, y ahora pasa sus días relajándose, jugando y siguiendo a su madre por todos lados.