"Tenemos pizzas, tenemos 300 hamburguesas, muchas, muchas papas fritas… Todas nuestras comidas favoritas", anunció el presidente Donald Trump a la prensa, que miraba cómo, en la Casa Blanca, se disponían cajas de Burger King, Wendy's y McDonald's en bandejas de plata, mientras el personal encendía las velas de los candelabros.
Afuera, los Clemson Tigers, el equipo de fútbol americano de la Universidad Clemson, en Carolina del Sur –uno de los más populares del circuito universitario nacional, y flamante campeón–, esperaba para ingresar a la sala donde el presidente de los Estados Unidos los había invitado a una recepción en su honor.
"Quiero ver cuánto queda cuando nos vayamos, no creo que sea mucho…", siguió Trump. Y explicó por qué ofrecía comida rápida a los atletas: "La razón por la que hicimos esto es el cierre del Gobierno. Queremos asegurarnos de que todo salga bien. Así que compramos esto".
Según Kaitlan Collins, de CNN, el mandatario pagó personalmente por la comida rápida. Aunque la Casa Blanca se quedó sin cocineros debido al cierre del Gobierno federal, por falta de acuerdo presupuestario en el Congreso debido a la discusión por la construcción de un muro en la frontera con México, Trump prefirió hacer el agasajo en lugar de cancelarlo, y ordenó hamburguesas y pizza.
"El presidente quería ser anfitrión del campeón de la Liga Nacional Universitaria de Fútbol Americano, los Clemson Tigers", había anunciado antes la secretaria de prensa de Trump, Sarah Huckabee Sanders, en un comunicado. "Dado que los demócratas se niegan a negociar sobre la seguridad fronteriza, mucho del personal de la residencia de la Casa Blanca está de licencia, así que el presidente paga personalmente para que el evento tenga servicio de comida, con algunas de las comidas rápidas favoritas de todos".
Mientras abordaba el helicóptero presidencial, Marine One, camino a Nueva Orleans para hablar en la convención anual de la Federación Nacional de Departamentos Agrícolas, Trump había dicho que iba a ordenar "1.000 hamburguesas, una milla (1,6 kilómetros) apiladas a lo alto" para agasajar al equipo que venció a Crimson Tide, de Alabama, por 44 a 16 en los College Football Playoffs, lo cual les valió su tercer título luego de haber obtenido los campeonatos de 1981 y 2016.
"Mi opción era: o no teníamos comida para ustedes, porque sufrimos el cierre del Gobierno, o les damos unas ensaladas rápidas que la primera dama (Melania Trump) iba a hacer con la segunda dama (Karen Pence)", agregó ante los atletas. "Y dije que ustedes no eran gente de ensaladas. Sé que podíamos hacer cualquier otra cosa, y nada sería mejor que esto, ¿no?".
Antes de insistirles a los periodistas que cubrían el evento para que probaran también un Big Mac o un Cuarto de Libra, entre otros sándwiches, volvió a hacer alusión a los USD 5.700 millones que exige que el Congreso apruebe para cumplir su promesa de campaña de un muro divisorio entre los Estados Unidos y México.
"Los republicanos se mantienen realmente, realmente, juntos en esto, y es muy bueno verlo, porque necesitamos seguridad fronteriza", dijo. "Debemos tenerla. Sin dudas. Debería haber pasado hace 30 años, hace 20 años, hace 10 años… Y va a pasar ahora. Va a pasar ahora".
MÁS SOBRE ESTE TEMA: