La retirada del Ejército de Estados Unidos del noreste de Siria "depende de las decisiones políticas" y no es un compromiso ilimitado, aclaró John Bolton, asesor de Donald Trump, poniendo paños fríos al anuncio del presidente que sorprendió a sus aliados y miembros del gobierno.
Bolton declaró que el proceso está condicionado a la derrota de los remantes del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y a que Turquía garantice la seguridad de los combatientes kurdos, aliados con las tropas estadounidenses.
El funcionario, que está en Israel para abordar la retirada anunciada por Trump con el aliado de Washington, señaló que no existen plazos para la salida de las fuerzas estadounidenses del territorio sirio, pero insistió en que no es un compromiso ilimitado.
"El calendario depende de las decisiones políticas que tenemos que implementar", explicó.
Sus declaraciones son la primera confirmación pública de que la retirada se ha ralentizado luego de que Trump enfrentó las críticas generalizadas de sus aliados y tras la renuncia del secretario de Defensa, Jim Mattis, por una política que se iba a ejecutar en cuestión de semanas.
Para tranquilizar a los aliados que participan en la coalición antiyihadista, el Departamento de Estado garantizó esta semana que "no hay un calendario" para la retirada militar, que será "extremadamente coordinada" con el fin de no "dejar vacíos que los terroristas puedan explotar".
Por su parte, Donald Trump ha asegurado que el retiro será "durante un período de tiempo" y no "de la noche a la mañana", aparentemente tomando nota de los llamados a evitar una salida precipitada.
Con información de AP y AFP
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