Las carreras de mi vida: inmigrante mexicana que conquistó los cuatro desiertos compartió su historia

Para Edna Jackeline Vázquez sus carreras de más de 200 km no son más que una alegoría de la vida misma

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Foto: Suministrada
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¿Qué es un límite, qué es una frontera? Para muchos son barreras intransitables que definen su vida. Para otros son simplemente espejismos, ilusiones que se pueden ignorar con la fuerza del corazón y la mente.

La vida de la mexicana Edna Jackeline Vázquez no es como la de cualquier inmigrante en los Estados Unidos, se trata de una carrera contra sí misma que inspira a toda una comunidad. Nativa de Monterrey, México, Edna hizo del atletismo una alegoría de la vida misma y sus retos.

Edna comenzó corriendo carreras de 5, 10 y 20 kilómetros, pero rápidamente sintió la cosquilla de retar la distancia, por lo que escaló al maratón de 42. La distancia profesional no fue suficiente, así que se especializó en el ultramaratón, una categoría de carreras que supera los 200 kilómetros.

"Desde mi perspectiva las carreras muestran nuestra habilidad como seres humanos… Cuando estoy corriendo siento la libertad de soñar, la libertad de amar. Me siento como niña en México, corriendo y saltando", contó a Infobae la ahora colaboradora de ESPN Radio en Chicago, ciudad donde reside.

Foto: Suministrada
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No conforme con retar la resistencia humana corriendo más de 200 kilómetros, Edna encontró una forma de incrementar la dificultad y se propuso completar el reto 4 Desiertos.

En 2016 Edna corrió en el fin del mundo, en la Antártida, y con ello se convirtió en la primera atleta mexicoamericana en completar la hazaña que incluye ultramaratones en los desiertos de Atacama en Chile, Gobi en China y Namibia en África.

"Eran días de 16 a 18 horas, ya para el quinto día era loquísimo porque las piernas y las rodillas sienten el esfuerzo; se hinchan las rodillas por el frío y eso no me había pasado nunca. Cuando llegaba al barco a la noche, me daba un baño caliente y bajaba la hinchazón, pero el cuerpo ya estaba muy deteriorado", cuenta sobre la experiencia de correr días y noches de forma continua por la fría Antártida.

Con la misma fuerza con la que enfrenta carreras de 100 millas sin parar, Edna ha encarado su vida en la Unión Americana. Tras llegar sin hablar una palabra de inglés, logró integrarse, casarse y hasta montar su propio negocio, un gimnasio en el corazón de Pilsen, donde se respira un ambiente a México.

"Experimentar la capacidad del ser humano bajo las circunstancias más complejas de forma física, mental y espiritual me da la respuesta para entender que la vida es un viaje experimental, es vivir de manera más intensa y más extensa que otros, para mí el resultado al cruzar las 150 millas lo fue todo… Ha sido lo que he vivido, la moraleja y la metáfora de la vida desde mi perspectiva como atleta de alto rendimiento, inmigrante mexicana que llegó a la ciudad de Chicago en el 2005 como una soñadora con tan solo 5 dólares en el bolsillo", cuenta sin perder su sonrisa.

El periplo de Edna no terminó en la meta de una competición, una historia tan emotiva no podría pertenecer a unas cuantas páginas de los diarios que la entrevistan.

Este 2018 Edna publicó su libro "Las carreras de mi vida" con el que no solo busca dejar un testimonio de su travesía, sino también provocar en otros ese desprecio por las limitantes.

Foto: Suministrada
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"En mi regreso a Chicago después de hacer una de las travesías más complejas de la ultra maratón 250 km en China, el Desierto de Gobi (Mayo 2015), pude entender cada vez más que mis historias son necesarias de compartir para que los demás tengan una idea y se convenzan de que todo es posible de alcanzar cuando uno se lo propone", explicó sobre su motivación para plasmar sus vivencias en un libro.

Para Edna, todas las personas estamos corriendo nuestro propio ultramaratón personal. "El lector reconocerá en su propio trayecto de vida sus pasos, sus distancias caminadas, sus carreras, verá en sus propias carreras que existen carreras más complejas que otras, unas más fáciles, otras con alegría, otras en terrenos complejos, otras donde se terminan en otras donde hay hambre y dolor. Aunque también otras carreras comenzaron y no se han llegado a concluir".

Foto: Suministrada
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Compartir las historias y las vivencias propias con los demás, es la manera de crecer y superarse, según la atleta que también goza del boxeo.

"Toda experiencia en la vida es aprendizaje, el valor más preciado es el conocimiento y mejor regalo es compartir nuestras historias para que sean escuchadas. Recordar que siempre existen posibilidades para alcanzar nuestros objetivos y encontrar lo más valioso que el ser humano puede tener es la paz, la felicidad, el amor y su libertad".

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