Nueva Jersey se convirtió en el primer estado de Estados Unidos que prohibe el uso de animales exóticos en circos, ferias, carnavales, desfiles y cualquier tipo de espectáculo.
Lo hizo con la firma de la Ley Nosey, que debe su nombre a una elefanta ahora protegida en un refugio para animales en Tennessee, pero que sufrió maltratos y fue obligada por su dueño a vivir en un espacio reducido donde no podía moverse sobre sus propias heces.
"Estos animales deben estar en sus habitats naturales, o en santuarios dedicados a protegerlos, no en espectáculos donde su seguridad y la seguridad de otros se ponga en peligro", dijo en un comunicado el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy.
En el propio estado, los condados de Bergen y Passaic, y la ciudad de Jersey, ya habían adoptado medidas similares. A nivel nacional, Illinois y Nueva York prohibieron el año pasado el uso de elefantes en espectáculos públicos, y ahora mismo Hawaii está preparando una medida similar a la de Nueva Jersey.
"Este es un gran día para los elefantes, los tigres y otros animales salvajes que son azotados y golpeados en circos y que se pasan la vida en jaulas y encadenados", dijo Rachel Mathews, subdirectora de programas para el cumplimiento de la ley en casos de animales en cautiverio de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), la mayor organización de defensa de los animales en Estados Unidos.
El 22 de enero de este año, PETA celebró un fallo judicial que liberó a Nosey de su antiguo dueño, Hugo Liebel.
Era el fin de un proceso iniciado 14 años antes, en 2004, cuando alguien dio a conocer que la elefanta vivía encadenada y frecuentemente aguijoneada y sometida a descargas eléctricas, sin poder moverse del espacio donde defecaba, con infecciones en el tracto urinario y la piel, parásitos intestinales, artrosis y síntomas de desnutrición y deshidratación.
En noviembre del año pasado, la jueza de Distrito Angela Terry había emitido una orden de confiscación de la elefanta después que la agente de Control de Animales Kimberly Carpenter, considerada por muchos el ángel guardián de Nosey, la encontró en un remolque en un taller de reparación de camiones.
El trailer donde la confinaban era tan pequeño que Nosey no podía girar, y ni siquiera dar un paso, y en el suelo se acumulaban sus desperdicios.
El instrumento que usaba Liebel para controlar y castigar a Nosey, también visto en manos de empleados de circos en todo el país, se conoce en inglés como bullhook, una palabra cuya traducción literal vendría siendo algo así como "gancho de toros".
Los reportes de la salud de la elefanta desde que llegó al refugio, y que pueden ser vistos en el sitio de internet www.elephants.com, indican que se recuperó de sus males y que está activa. Y se nota en videos como este:
En enero pasado, el ex gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, se negó a firmar el proyecto de ley, entonces ya aprobado por la legislatura estatal con sólo dos votos en contra. Bajo la administración de Phil Murphy hubo que iniciar todo el proceso, terminado ahora con la firma de la Ley Nosey.
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