Por ANTONIO REGALADO
Editor de Biomedicina del MIT Technology Review
Cuando investigadores chinos modificaron por primera vez los genes de un embrión humano en un laboratorio en 2015, se desató una protesta mundial y los científicos pidieron no crear un bebé mediante esa tecnología, al menos de momento.
Fue la invención de una poderosa herramienta de edición genética, CRISPR, barata y fácil de implementar, lo que hizo que el nacimiento de seres humanos genéticamente modificados en un centro de fertilización in vitro (IVF por sus siglas en inglés) fuera una posibilidad.
Ahora parece ser un hecho.
Un equipo de la Universidad del Sur para Ciencia y Tecnología, en Shenzhen, China, encabezado por He Jiankui, reclutó parejas en un plan para crear los primeros bebés genéticamente modificados.
El procedimiento consiste en eliminar un gen llamado CCR5, con la esperanza de que la descendencia sea resistente al VIH, la viruela y el cólera. Los documentos de ensayos clínicos describen el empleo de CRISPR para modificar embriones humanos antes de implantarlos en los úteros de las madres.
El nacimiento de los primeros seres humanos diseñados genéticamente sería un logro médico sorprendente, tanto para He como para China. Pero también será controversial. Donde algunos ven un nuevo procedimiento médico que elimina enfermedades genéticas, otros ven una resbalosa pendiente hacia el embellecimiento, los "bebés de diseño" y una nueva forma de eugenesia.
"Esperamos tener un lugar destacado en esta búsqueda cada vez más competitiva de procedimientos para la modificación genética", escribieron He y su equipo el año pasado en una declaración de ética. Pronosticaron que su innovación "superará" la invención de la fertilización in vitro, a cuyo autor le concedieron en 2010 el Premio Nobel.
LA CUMBRE EN HONG KONG
El propósito de la Segunda Cumbre Internacional de Edición del Genoma Humano en Hong Kong [donde He acaba de presentar sus resultados] es ayudar a determinar si los humanos deben comenzar a modificarse genéticamente, y de ser así, cómo hacerlo.
Ahora ese fin parece haber sucumbido a las acciones de He, biólogo de élite reclutado por China en Estados Unidos como parte de su "Plan de los Mil Talentos".
La tecnología representa un dilema ético porque los cambios en un embrión serían heredados por generaciones futuras y podrían afectar a todo un conjunto genético.
"Nunca hemos hecho nada que cambie los genes de la raza humana, y nunca hemos hecho nada que tenga efectos generacionales", había dicho en un mensaje pregrabado David Baltimore, biólogo y ex presidente del Instituto de Tecnología de California encargado de los aspectos técnicos de la Cumbre.
Todo indica que los organizadores de la Cumbre también quedaron al margen de los planes de He.
LAMENTO Y PREOCUPACIÓN
La modificación genética de un embrión humano tan diminuto entraña riesgos significativos, entre ellos mutaciones no deseadas, o la creación de un bebé compuesto de células modificadas y de células no modificadas. Los datos que revela el sitio de prueba chino indican que uno de los fetos es un "mosaico" de células que se han editado de diferentes formas.
Un científico experto en modificación genética, Fyodor Urnov, director asociado del Instituto de Ciencias Biomédicas Altius, organización sin fines de lucro en Seattle, revisó los documentos chinos y dijo que, aunque incompletos, muestran que "este empeño apunta a producir un ser humano" con alteraciones genéticas.
De acuerdo con Urnov, se trata de una empresa que causa "lamento y preocupación, porque la modificación genética, una técnica poderosa y útil, se utilizó en un campo donde no era necesario".
De hecho, ya están en curso estudios para editar el mismo gen en adultos con VIH. "Es una incursión difícil de explicar en la ingeniería genética de la simiente humana capaz de ensombrecer en la mente del público una década de progreso en la edición de genes de adultos y niños para tratar enfermedades existentes", explica Urnov.
GRAN PROYECTO
En una presentación científica de 2017 en el Laboratorio de Cold Spring Harbor publicada en YouTube, He describió una larga serie de experimentos preliminares con ratones, monos y más de 300 embriones humanos. Un riesgo de CRISPR son las mutaciones accidentales, o "fuera del objetivo". Sin embargo, He aseguró haber encontrado pocos o ningún cambio imprevisto en los embriones de ensayo.
He es también fundador y presidente de una compañía de ordenamiento de ADN llamada Direct Genomics. Una nueva generación de empresas de biotecnología podría, en última instancia, obtener enormes ganancias si se emplean a gran escala nuevos métodos para mejorar la salud infantil.
De acuerdo con el plan del ensayo clínico, las mediciones genéticas se realizarían en embriones y continuarían durante el embarazo para verificar el estado de los fetos. En su presentación de 2017, He reconoció que si el primer bebé CRISPR no era saludable, el experimento sería un desastre.
"Tendremos que hacerlo lenta y cautelosamente, ya que un solo caso fallido podría acabar con todo el campo", dijo.
Aunque la descripción del estudio se publicó en noviembre, otros documentos del ensayo están fechados en marzo de 2017. Eso fue apenas un mes después de que la Academia de Ciencias de Estados Unidos le diera luz verde a la creación de bebés genéticamente modificados, pero sólo si eran creados de forma segura y bajo estricta supervisión.
Actualmente, el uso de un embrión diseñado genéticamente para que crezca en un embarazo sería ilegal en gran parte de Europa y está prohibido en Estados Unidos. También está prohibido en China por unos estatutos de 2003 para las clínicas de fertilización in vitro. No está claro si He obtuvo un permiso especial, o si ignoró los estatutos, que podrían no tener fuerza de ley.
LA OPINIÓN PÚBLICA
En las últimas semanas He desató una campaña de promoción activa, hablando con asesores de ética, encargando un sondeo de opinión en China y contratando a un profesional estadounidense de relaciones públicas, Ryan Ferrell.
"Tengo la impresión de que están sentando las bases para justificarse", dijo Benjamin Hurlbut, un especialista en bioética de la Universidad Estatal de Arizona que asiste a la Cumbre de Hong Kong.
La nueva encuesta de opinión, hecha por la Universidad Sun Yat-Sen, encontró un amplio apoyo para la modificación genética entre los 4.700 chinos consultados, entre ellos un grupo de seropositivos. Más del 60 por ciento estaba a favor de que sea legal el nacimiento de niños con modificaciones genéticas si el objetivo es tratar o prevenir enfermedades. Encuestas similares hechas por el Pew Research Center han encontrado los mismos niveles de apoyo en Estados Unidos.
La decisión de modificar el gen llamado CCR5 también podría ser controversial. Se cree que las personas sin copias activas del gen son inmunes o muy resistentes a la infección por el VIH. Sin embargo, para lograr el mismo resultado en embriones, el equipo de He usa CRISPR para mutar los que de otra forma serían embriones normales con el fin de dañar el gen CCR5.
El intento de crear niños a salvo del VIH también cae en una zona éticamente gris entre el tratamiento y la mejoría. El procedimiento no parece curar ninguna enfermedad o trastorno en el embrión, sino que intenta crear una ventaja para la salud, al igual que una vacuna protege contra la varicela. [De hecho, hay expertos que llaman al procedimiento "vacuna genética".]
Para el estudio del VIH, los médicos y grupos de SIDA reclutaron parejas chinas en las que el hombre era VIH positivo. La infección ha sido un problema creciente en China.
Hasta ahora, los expertos han estado de acuerdo en que la modificación genética no debe usarse para hacer "bebés de diseño", con cambios en su apariencia física o su personalidad.
He parecía anticiparse a las preocupaciones que su estudio podría generar. "Apoyo la modificación genética para el tratamiento y la prevención de enfermedades", publicó en noviembre en WeChat, "pero no para mejorar o mejorar el coeficiente de inteligencia, lo cual no beneficia a la sociedad".
Aún así, la eliminación del gen CCR5 con el fin de crear resistencia al VIH puede no ser una razón lo suficientemente importante para alterar la herencia de un bebé. Hay formas más fáciles y menos costosas de prevenir una infección por VIH. Además, la modificación de embriones durante un procedimiento de fertilización in vitro sería costosa, de alta tecnología y probablemente seguiría siendo inaccesible en muchas regiones pobres del mundo donde el VIH está muy extendido.
Una persona que conoce a He dijo que sus ambiciones científicas parecen alinearse con actitudes sociales prevalecientes en China, entre ellas la idea de que los grandes beneficios de la comunidad trascienden la ética individual y las pautas internacionales.
Detrás del ensayo chino también hay un criterio audaz sobre cómo la ciencia puede perfilar la evolución. Si bien la mutación natural que desactiva el CCR5 es relativamente común en regiones del norte de Europa, en China no existe. La redistribución global de una habilidad genética existente en algunas poblaciones, pero no en otras, subraya cómo la ingeniería genética podría usarse para seleccionar los avances más útiles descubiertos por la evolución en diferentes sitios a lo largo de eones para inocularlos en todos los niños del mañana.
En el futuro, esa práctica podría generar personas que tengan solamente los genes más afortunados y que nunca padecerían Alzheimer, enfermedades del corazón ni ciertas infecciones.
El texto de un sitio de internet académico que He mantiene muestra que él ve la tecnología en los mismos términos históricos y transformadores.
"Durante miles de millones de años, la vida progresó de acuerdo con la teoría de la evolución de Darwin", afirma. Más recientemente, la industrialización cambió el entorno de forma radical, lo que plantea un "enorme desafío" que la humanidad puede enfrentar con "herramientas poderosas para controlar la evolución".
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