Estados Unidos considera que las acciones rusas de este domingo en el mar de Azov suponen una "violación intolerable" de la soberanía territorial de Ucrania, según aseguró su embajadora ante la ONU, Nikki Haley.
La diplomática calificó lo ocurrido como "otra escalada temeraria" por parte de Rusia y aseguró que se trata de una "acción arrogante" que la comunidad internacional "nunca aceptará".
"Rusia debe cesar inmediatamente su conducta ilegal y respetar los derechos de navegación y libertades de todos los Estados", insistió Haley durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La embajadora estadounidense subrayó que impedir el tráfico de barcos ucranianos por el estrecho de Kerch, que conecta el mar Negro y el mar de Azov, es una "violación de la legislación internacional", que se suma a otras acciones ilegales de Rusia en Crimea y en el este de Ucrania.
Haley dijo que ha abordado esta nueva crisis con el presidente estadounidense, Donald Trump, y con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y aseguró que su preocupación se comparte en los niveles más altos del Gobierno.
"Como el presidente Trump ha dicho muchas veces, Estados Unidos daría la bienvenida a una relación normal con Rusia, pero acciones ilegales como esta continúan haciendo eso imposible", apuntó.
Según dijo, EEUU mantendrá las sanciones que tiene en vigor contra Rusia por su anexión de Crimea y acciones como las de este domingo sólo seguirán complicando las relaciones bilaterales.
La tensión estalló el domingo cuando tres buques ucranianos intentaron cruzar el estrecho de Kerch, sobre la península de Crimea que fue anexada por Moscú en 2014. En ese momento la pequeña flota fue interceptada por buques de guerra ruso, que embistieron a un remolcador y abrieron fuego antes de apresar a los ucranianos.
Tras el incidente, que provocó una crisis diplomática, se cerró temporariamente el estrecho de Kerch. Además, la OTAN anunció una reunión de emergencia en Bruselas.
Con información de EFE
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