El Cadillac One extensamente modificado que utiliza el presidente de los Estados Unidos, apodado "La Bestia", volverá a ser visto esta semana en Buenos Aires, durante la cumbre G20 de líderes mundiales que se reunirán a partir del viernes.
"Se ganó su apodo por ser una fortaleza sobre ruedas. Desde vidrios blindados hasta luces con visión nocturna, ¡este auto lo tiene todo!", señaló este domingo la embajada de Estados Unidos en Argentina a través de su cuenta de Twitter.
Se espera que Donald Trump llegue a a argentina el jueves 29 de noviembre. La cumbre comenzará el viernes 30 y seguirá el sábado 1 de diciembre, en al menos tres locaciones distintas en la ciudad. Además, el mandatario mantendrá numerosas reuniones bilaterales durante su estadía, incluyendo un encuentro con su par argentino, Mauricio Macri.
Para esto se trasladará a bordo de "La Bestia", cuyo último modelo estrenó en septiembre en Nueva York durante la apertura de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Se trata de la culminación de un contrato de desarrollo por 15,8 millones de dólares otorgado al fabricante General Motors para crear la versión más avanzada de la limusina blindada, que reemplazó a la anterior desplegada por primera vez en 2009 durante el gobierno del ex presidente Barack Obama. Cada unidad cuesta 1,5 millones de dólares.
El modelo base es una combinación entre el Cadillac CT6 y el Chevrolet Suburban, pero las modificaciones son numerosas y determinantes, y no se conocen en su totalidad por cuestiones de seguridad.
Por supuesto, "La Bestia" está acorazada con diferentes tipos de blindajes en puertas y vidrios, y, a pesar de sus peso de siete toneladas, tiene una suspensión ágil y una alta maniobrabilidad para poder escapar de diferentes amenazas. Incluso, sus neumáticos cuentan con una capa interior de kevlar, mismo material usado por los militares en cascos y chalecos, que les permite seguir rodando aun completamente desinflados.
Como medida de seguridad extra el motor funciona con diésel, un combustible mucho menos volátil y peligroso que la gasolina común.
Además, la cabina de pasajeros cuenta con protección para ataques con armas radiológicas, biológicas y químicas, y puede sobrevivir a un escenario posterior al estallido de una bomba nuclear. En su interior hay incluso una reserva de sangre del tipo del presidente en caso de que fuera necesario.
El piso de la limusina también está preparado para resistir minas, granadas y artefactos explosivos improvisados.
El interior, con capacidad para siete personas, posee todos los lujos esperables de un auto de estas características, destinado a transportar un jefe de estado. Sus elementos de comunicación son también notables, y está conectado permanentemente y vía satelital tanto con el Pentágono, sede del Departamento de Defensa, de Estados Unidos, como con el vicepresidente, actualmente Mike Pence.
Su peso y dimensiones son un problema para el traslado del vehículo alrededor del globo, que debe hacerse en aviones de carga con capacidad en la bodega, como el Boeing C-17 Globemaster III. Actualmente se trasladan dos unidades de "La Bestia", además de camionetas Suburban blindadas para el personal de seguridad, como parte de la columna oficial.
No ha sido confirmado si "La Bestia" ya está en Argentina, pero sin duda llegará antes que Trump y estará lista para cuando el presidente arribe. Al respecto, Al menos dos C-17 Globemaster III ya aterrizaron en Buenos Aires y otros dos en Uruguay, por lo que la limusina podría haber sido ya desplegada.
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