"Los representantes de Arabia Saudita dicen que Jamal Khashoggi era un "enemigo del estado" y un miembro de la Hermandad Musulmana, pero mi decisión no se basa en eso, este es un crimen inaceptable y horrible. El rey Salman y el príncipe heredero Mohammad bin Salman niegan vigorosamente cualquier conocimiento de la planificación o ejecución del asesinato del Sr. Khashoggi. Nuestras agencias de inteligencia continúan evaluando toda la información, pero el Príncipe Heredero bien podría haber sabido de este trágico evento, ¡tal vez lo hizo y quizás no!", afirmó Donald Trump en la declaración fechada este 20 de noviembre.
De todas formas, la alianza continua, aseguró el mandatario. "Es posible que nunca sepamos todos los hechos relacionados con el asesinato del Sr. Jamal Khashoggi. En cualquier caso, nuestra relación es con el Reino de Arabia Saudita. Han sido un gran aliado en nuestra muy importante lucha contra Irán. Estados Unidos tiene la intención de seguir siendo un socio firme de Arabia Saudita para garantizar los intereses de nuestro país, Israel y todos los demás socios de la región. ¡Nuestro objetivo primordial es eliminar por completo la amenaza del terrorismo en todo el mundo!", explica el norteamericano en el texto.
Agrega que entiende que hay miembros del Congreso a quienes, "por razones políticas o de otro tipo", les gustaría ir en una dirección diferente. "Consideraré las ideas que se me presenten, pero solo si son coherentes con la seguridad absoluta de Estados Unidos. Después de los Estados Unidos, Arabia Saudita es la nación productora de petróleo más grande del mundo. Han trabajado estrechamente con nosotros y han sido muy receptivos a mis solicitudes para mantener los precios del petróleo en niveles razonables, tan importantes para el mundo".
El asesinato del periodista
La última vez que el periodista fue visto con vida fue el 2 de octubre, cuando las cámaras de seguridad registraron el momento que ingresaba al consulado. A partir de ahí, no se supo más de él.
Después de repetidas negativas, Arabia Saudita finalmente admitió que el hombre de 59 años había sido asesinado en la misión en una operación "deshonesta". Sin embargo, tardó 17 días en admitir el crimen luego de intentar encubrirlo, de ocultar todas las pruebas a las autoridades turcas y de enviar de regreso al escuadrón de agentes secretos que se encargó del homicidio.
Los asesinos de Khashoggi descuartizaron su cuerpo y se deshicieron de él echándolo por el sistema de desagüe después de haberlo disuelto en ácido, según indicó el diario turco Sabah. El examen de muestras extraídas de las tuberías de la residencia del cónsul saudí en Estambul permitió detectar restos de ácido.
Los investigadores consideran que el cuerpo del editorialista -crítico con el régimen de Riad– fue disuelto en ácido y que una vez obtenida una consistencia suficientemente líquida, los autores del crimen se deshicieron de él arrojándolo al desagüe.
El suelo de la sala del consulado donde Khashoggi fue torturado y finalmente asesinado fue cubierto por plásticos por los sicarios saudíes para trozar el cuerpo del periodista. Tardaron en total 15 minutos en hacerlo y fue dirigido por Salá Al Tubaigi, el jefe del Consejo Científico de Forenses de Arabia Saudita, de acuerdo con Al Jazeera.
La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos concluyó que el Mohammed bin Salman fue quien ordenó el asesinato de Khashoggi en Estambul.
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