Para estrangular y asfixiar a su esposa embarazada y a sus dos hijas, el "monstruo de Denver" debe haber demorado de dos a cuatro minutos en cada una, según dijo el fiscal del caso poco antes de que Chris Watts fuera condenado el lunes a pasar el resto de su vida en la cárcel sin derecho a libertad condicional.
La cámara de seguridad instalada en la puerta de un hogar vecino registró el momento en que Watts sacaba los cuerpos y los colocaba en su camioneta antes de llevárselos por última vez, de acuerdo con el fiscal de Distrito del Condado de Weld, Michael Rourke.
Y en una última señal de falta de respeto hacia los restos de su familia, describió el fiscal, tiró los cuerpos de sus hijas en dos tanques de petróleo separados, para que no estuvieran juntas después de muertas.
Cuando los demás trabajadores llegaron al lugar, Watts actuaba "completamente normal", según dijeron a los investigadores.
Aunque las señales de violencia en el cuerpo de su esposa Shanann se limitaban al cuello, la mayor de las dos niñas, Bella, luchó contra su padre para salvarse "y se mordió la lengua varias veces" mientras él la asfixiaba.
El médico forense halló una laceración de un centímetro y medio en el tejido que une el labio superior con las encías de la niña, explicó el fiscal.
"Nuestros expertos nos dicen que se necesitan entre dos y cuatro minutos para estrangular a alguien con las manos", declaró Rourke en la corte. "El horror que [la esposa] sintió mientras el hombre que ella amaba le apretaba la garganta hasta quitarle la vida debe haber sido inimaginable".
Era la primera vez que las autoridades confirmaban la forma en que Chris Watts asesinó a su esposa de 34 años y a sus hijas Bella, de cuatro, y Celeste, de tres, y también la primera vez que explicaban cómo tuvieron pruebas de lo que hizo para sacar los cadáveres de la casa después del crimen.
"Ni siquiera voy a intentar describir el horror, el dolor o el sufrimiento que el acusado les ha causado a estas familias, a esta comunidad y a todo el que ha sido parte de esta investigación", dijo Rourke.
El juez Marcelo Kopcow dijo que era el caso más terrible que había enfrentado en toda su carrera.
La cruda descripción del fiscal Michael Rourke
"El hombre que está sentado a mi derecha asfixió a sus hijas. ¿Por qué? Imagínense el horror en la mente de Bella mientras su padre le arrebataba su último aliento".
"Su Señoría, para que se entienda bien: Bella luchó contra él. El tejido que une el labio superior con las encías tenía una laceración de un centímetro y medio. Ella se mordió la lengua varias veces antes de morir. Ella luchó por su vida mientras su padre la asfixiaba".
"Celeste no tenía heridas semejantes. De hecho, Celeste no tenía ninguna herida. Pero de acuerdo con el médico forense, ella también fue asfixiada".
"El acusado, entonces, metódicamente y con calma, subió los cuerpos a la camioneta que usaba para trabajar. Pero no como si estuviera robando, ni de una forma desordenada".
"Él fue visto por la cámara de la puerta de un vecino cuando retrocedía con su camioneta hasta ponerla en la entrada de la casa, luego entrando y saliendo de la casa en tres momentos diferentes, una vez por cada uno de los cadáveres".
"Entonces se las llevó por última vez del hogar familiar, en un intento por ocultar toda evidencia del crimen que acababa de cometer".
"En una última señal de insensibilidad hacia su esposa, sus hijas y su hijo no nacido, y sus restos, los llevó a un lugar donde creía que nadie iba a encontrarlos: a uno de los depósitos de tanques de petróleo que le eran tan conocidos".
"Él sabía que iba a estar seguro allí. La noche anterior le había enviado un mensaje de texto a un compañero de trabajo diciéndole: 'Voy a ir para allá, yo me encargo de eso'. Cuidadosamente se había asegurado de que iba a estar solo, en medio de la planicie para deshacerse de los restos de su familia en un lugar donde él creía que nunca iban a ser encontrados".
"Y en una última señal de falta de respeto por la familia que alguna vez tuvo, se aseguró de que no estuvieran juntas, ni siquiera después de muertas, o al menos eso creyó. Se deshizo de ellas en lugares diferentes: enterró a Shannan y Nico [la criatura en el vientre] en una tumba de poca profundidad lejos de los tanques de petróleo".
"Bella y Celeste fueron tiradas en tanques de petróleo en esas instalaciones: tanques diferentes, para que no estuvieran juntas después de muertas. Imagínese esto, su Señoría: este acusado tomó a esas dos niñas, y las metió por una escotilla de ocho pulgadas de diámetro, en la parte superior de cada tanque".
"Bella tenía laceraciones en la parte trasera de su cuerpo por haber sido forzada a través de ese hueco. Restos de su pelo rubio fueron hallados en los bordes de una de la escotilla".
"El acusado les dijo a los investigadores que el tanque donde tiró a Bella parecía más vacío que el tanque de Cece [Celeste] por el sonido que hicieron sus cuerpos al salpicar. ¡Esas eran sus hijas!"
"Significativamente, cuando sus compañeros de trabajo llegaron al área de tanques más tarde esa misma mañana, tropezaron con una persona que, según describieron todos, actuaba de una forma completamente normal. Era un día de trabajo normal, a pesar de que sus hijas estaban hundidas en tanques de petróleo y agua no muy lejos de allí".
"Y entonces empezaron de verdad sus esfuerzos para consumar el engaño. Todos hemos visto las emotivas entrevistas que el acusado concedió a los medios locales pidiendo ayuda para encontrar a su familia".
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