El esqueleto de lo que supo ser el espléndido hotel Versailles, construido en la ciudad de Miami Beach en el año 1940 por el reconocido arquitecto Roy France, sigue siendo al día de hoy un recordatorio de que algunos de los desarrolladores con base en la ciudad del sur de la Florida parecen no haber aprendido de los errores del pasado.
Ubicado a la altura de la calle 34 de la emblemática avenida Collins, el icono fue vendido al empresario argentino Alan Faena en 2013 por la suma de USD 100 millones, parte de un faraónico proyecto inmobiliario que le hizo ganar el ambicioso título de "conquistador de Miami".
El histórico hotel de estética Art Deco se ha convertido en uno de los símbolos máximos de una cada vez más evidente burbuja inmobiliaria que muchos expertos aseguran estaría cerca de estallar, alimentada por una oferta inmobiliaria desmedida y compradores procedentes de países de Latinoamérica y Asia que brillan por su ausencia.
Luego de la apertura del Faena Hotel Miami Beach, además de otros dos edificios que se conocen como Forum y Bazaar y que forman parte de un espectacular complejo diseñado por algunos de los mejores arquitectos del mundo, Alan Faena anunció que pondría en espera indefinida al proyecto vinculado al Versailles, al asegurar en 2016 al medio de real estate The Real Deal que "debido al mercado y al éxito del Faena Hotel" no se encontraba en apuros por tomar una decisión al respecto.
Sin lugar a dudas las condiciones macroeconómicas han hecho que el proyecto, que se suponía debía ser terminado para mediados de 2018, haya quedado congelado hasta próximo aviso. ¿Pero qué sucedió con los otros edificios que ya forman parte del coqueto distrito? Al parecer la realidad de la situación no sería del todo alentadora.
Un reciente reporte del prestigioso periódico financiero The Wall Street Journal indica que el Faena House —la curvilínea torre que saltó a la fama mundial luego de que uno de sus penthouses, que logra combinar dos unidades, se vendiera en 2015 por la suma récord de USD 60 millones— estaría experimentando la salida de varios inversores.
El último en poner a la venta su propiedad es el multimillonario Edward J. Minskoff, un desarrollador y coleccionista de arte que posee una unidad valuada en USD 16,5 millones ubicada en el piso 14 y que cuenta con una enorme terraza, la cual fue adquirida en 2015 por USD 15,3 millones.
Luego de ponerle su sello personal, con la ayuda de un reconocido diseñador de interiores francés, devolvió la unidad al mercado de compraventa, con los muebles incluidos pero sin ninguna de las piezas de arte por las que Minskoff es conocido.
El empresario se suma al largo listado de influyentes magnates que le dicen adiós al proyecto de Faena, entre ellos el marchante Larry Gagosian, quien vendió su penthouse el año pasado por USD 12 millones (perdiendo un millón en el proceso), y el inversionista Leon Black, quien vendió su unidad en 2017 por USD 12,5 millones, mucho menos de los USD 16,5 que pagó originalmente.
Pero lo más alarmante es que el propio gestor de fondos de alto riesgo Kenneth Griffin, propietario de las dos unidades récord mencionadas anteriormente, las puso a la venta por la friolera de USD 73 millones. Y se vio obligado a retirarlas del mercado ante la notable ausencia de interesados.
Si bien el sobreprecio de USD 13 millones con respecto a la cifra original podría ser uno de los motivos detrás de la falta de compradores, la partida en masa de un número significativo de propietarios, muchos de los cuales nunca pasaron una noche en su unidad, sería un indicador de que los precios podrían verse obligados a ajustarse en el corto plazo.
"Podría ponerlo a la venta por un precio más alto pero quiero deshacerme de él rápido y no quedarme esperando recuperar hasta el último centavo" aseguró Minskoff sobre su decisión al WSJ, quien además catalogó a su compra de "impulsiva".
"Generalmente cuando la gente compra condominios nuevos en Miami lo hace con la misma actitud que cuando invierten en la bolsa: piensa que el mercado crecerá por encima de lo que pagaron" explicó al WSJ Peter Zalewski, representante de la firma consultora Condo Vultures.
"Muchas de estas personas compraron en Faena House como una inversión con la posibilidad de vender y sacar una ganancia. Ahora se llevan el dinero que les den, se lamen las heridas y siguen adelante", concluyó el experto, que no olvidó destacar que el mercado de Miami ha comenzado a caer de su punto máximo.
Quiénes viven en Faena House
Propietarios actuales:
El presidente del directorio de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein.
El presidente del directorio de Lionsgate Entertainment, Mark Rachesky.
James G. Dinan, inversionista estadounidense, administrador de fondos de cobertura, filántropo.
El ex embajador de los Estados Unidos en Bélgica, Paul Cejas.
El inversor, gestor de fondos de cobertura, y filántropo estadounidense., Ken Griffin.
Residentes anteriores:
Larry Gagosian, marchante de arte Armenio-estadounidense que posee la galería de galerías de arte Gagosian Gallery.
Leon Black, fundador de Apollo Global Management, firma de capital público estadounidense, fundada en 1990.
Alex Blavatnik, hermano del multimillonario Len Blavatnik, empresario, inversionista y filántropo británico-estadounidense nacido en la Unión Soviética.
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