Estados Unidos impuso restricciones a las exportaciones de tecnología a un fabricante chino de semiconductores respaldado por el estado alegando razones de seguridad nacional, en medio de una creciente batalla arancelaria con Beijing.
Los controles impuestos el lunes a Fujian Jinhua Integrated Circuit Co. reflejan la preocupación porque la competencia china pueda sacar del mercado a algunos proveedores estadounidenses de productos tecnológicos y deje al ejército sin fuentes seguras de componentes.
Beijing ha invertido mucho para levantar Jinhua y otros fabricantes de chips dentro de sus esfuerzos para transformar el país en un líder global en robótica, inteligencia artificial y otras industrias tecnológicas.
Estados Unidos, Europa y otros socios comerciales sostienen que las tácticas de China violan sus obligaciones de apertura de mercado. Funcionarios estadounidenses están preocupados porque pueda erosionar el liderazgo industrial de su país.
Washington elevó los aranceles hasta un 25% a importaciones chinas por valor de USD 250.000 millones en un esfuerzo por elevar la presión sobre Beijing para que dé marcha atrás en estos planes.
Jinhua está alcanzando una "capacidad de producción sustancial" para circuitos integrados, posiblemente empleando tecnología estadounidense, lo que "amenaza la viabilidad económica de los proveedores estadounidenses de esos componentes esenciales para los sistemas militares estadounidenses", dijo el Departamento de Comercio en un comunicado.
La compañía entró en la "lista de entidades" del departamento, lo que supone que tendrá que obtener una licencia de exportación para software, tecnología y productos básicos, agregó el departamento, añadiendo que estas peticiones "serán revisadas con una presunción de denegación.
Esto "limitará su capacidad de amenazar la cadena de suministros de componentes esenciales en nuestros sistemas militares", afirmó el secretario de Comercio, Wilbur Ross, en la nota.
Las llamadas telefónicas a las oficinas de Fujian Jinhua no obtuvieron respuesta el martes y no se respondió a una petición realizada a través de su cibersitio.
ZTE Corp., el segundo fabricante de equipos de telecomunicaciones de China, enfrentó una posible bancarrota este año luego de que Washington impuso un veto de siete años a las ventas de tecnología estadounidense a la firma por sus exportaciones a Irán y Corea del Norte.
Las autoridades estadounidenses levantaron la prohibición en julio después de que ZTE pagó una multa de USD 1.000 millones y accedió a reemplazar a sus máximos directivos y a contratar a un equipo estadounidense que le asesore en cumplimiento de compromisos.
Con información de AP
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