Layla Lester, una niña con autismo de cinco años, jugaba todo el día con sus muñecas. Nada la entretenía igual que sus princesas en miniatura. Por eso imaginen su encanto cuando se encontró, de repente en la calle, con uno de sus personajes favoritos de Disney.
"Sólo escuché a Layla escapar de mí gritando: '¡Cenicienta, Cenicienta!'", dijo Jessica, la mamá de Layla. "Definitivamente creía que era Cenicienta".
Luego del encuentro, la madre de Layla dijo que la esposa, que su hija ahora cree que es la Cenicienta, es en realidad una operadora de equipos pesados del oeste de Nueva York llamada Olivia Spark. La niña llegó a esta conclusión tras ver a Olivia en Akron Falls Park durante una sesión de fotos el día de su boda.
"Le grité: '¡Layla, no los molestes! Están en medio de una sesión de fotos", dijo Jessica, que admite estar acostumbrada a perseguir a su hija por todos lados.
Pero Olivia no solo dio la bienvenida a la pequeña Layla. También le siguió la corriente a su fantasía. "Estoy más que feliz de ser Cenicienta para esa niña", dijo.
Luego de hablar con Layla durante un rato, Olivia debió decirle que tenía que regresar al baile. Pero ese no fue el final de este cuento de hadas.
Desde su encuentro fortuito, Cenicienta se ha mantenido en contacto con su princesita encantadora, haciendo de Layla la persona más feliz de su reino. Ahora se ven todo el tiempo.
"Fue un vínculo instantáneo. Se aman el uno al otro. Es lindo", dijo Jessica.
La madre de Layla agregó que su hija normalmente tiene dificultades para hablar con extraños, pero claramente ha hecho una excepción para su princesa favorita, quien, por su parte, comenzó un fondo solidario para que Layla pueda conocer a las demás princesas en Disney World.
"Ella es la personificación de una verdadera princesa. Es amable. Es dulce. Hizo todo lo posible para que el día de Layla fuera especial, y ¿quién haría eso aparte de una princesa?", dijo Jessica.
Al parecer, no todas llevan puestas zapatos de cristal.
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