Lucia Evans había dicho ante un Jurado de Instrucción que Weinstein la forzó a tener sexo oral en su oficina de Tribeca en 2004, cuando ella tenía 21 años y era una estudiante universitaria con aspiraciones de llegar a ser actriz.
Pero ahora un empleador con quien Evans trabajaba en esa época acaba de entregar las anotaciones personales que la mujer dejó en la computadora de la oficina y que aparentemente contradicen su testimonio, según dijeron al New York Post fuentes cercanas al caso.
"Las anotaciones indican que fue consensual, amistoso", le dijo la fuente a New York Post.
Y este no es el primer problema que los fiscales encabezados por Cyrus Vance Jr. encuentran para llevar adelante el proceso.
El principal investigador de la Fiscalía no pudo conseguir declaraciones de un director de reparto cuyo testimonio se consideraba clave. Según el agente de casting, Evans le dijo que ella había tenido sexo oral con Weinstein para conseguir un papel en una película.
Pero analistas consultados por el Post creen que este obstáculo era pequeño en comparación con el nuevo.
"Lo del director de reparto es un problema, pero todavía cae en el terreno de "yo dije, tú dijiste". Con el nuevo "es más difícil explicar tus propias palabras", dijo la fuente.
No fue necesario que el juez de la Corte Suprema de Manhattan James Burke decidiera si debían desestimarse los cargos basados en la denuncia de Evans, porque la propia fiscalía los retiró. Pero debe decidir si, como quiere el abogado de Weinstein, Ben Brafman, los documentos se hacen públicos.
Cuando la policía acudió a Evans para que presentara formalmente los cargos, según dijo su esposo Travis a The New Yorker en mayo, les dejaron entender que sin la cooperación de ella iba a ser muy difícil procesar a Weinstein.
La otra acusadora que debería ser muy relevante, y cuyo nombre no se conoce, tampoco está libre de problemas. Ya el abogado Brafman ha pedido desestimar el caso completamente porque los fiscales ocultaron el hecho de que ella y Weinstein tuvieron una larga relación consensual.
Brafman se basa en que Weinstein y la mujer intercambiaron 400 emails durante las semanas y los años posteriores a la presunta violación, según documentos legales consultados por The New York Post.
Pone el ejemplo de uno de esos mensajes, remitido en febrero del año pasado, en el cual ella le decía a él: "Te amo, siempre te he amado. Pero me molesta sentirme como la que sólo llamas para tener sexo sin compromiso".
La tercera acusadora es la asistente de producción Mimi Haleyi, según la cual Weinstein le hizo sexo oral forzosamente en 2006 en su casa de SoHo.
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