El Departamento de Justicia anunció este jueves la acusación de siete agentes rusos por el hackeo de datos relacionados con la filtración de información de exámenes antidoping de atletas, como un esfuerzo para afectar los esfuerzos internacionales de exponer el programa de dopaje ruso, en el marco de ciberataques a nivel global.
Las autoridades los acusaron de intentar publicar datos privados y de buscar ensuciar la imagen de atletas no vinculados a escándalos, como una campaña para esconder los casos de uso de sustancias prohibidas que involucraron a atletas rusos, y alterar las percepciones de la verdad.
"Hicieron trampa, fueron atrapados, se molestaron y respondieron. En su respuesta, quebraron la ley. Son criminales", afirmó el Departamento de Justicia. Según detallaron, se cree que los oficiales acusados, pertenecientes a los servicios de inteligencia militar de Rusia (GRU), están actualmente en su país, por lo que no ven posible un pronto testimonio.
Las autoridades explicaron que los agentes robaron identidades y engañaron a empleados de las agencias para ganar acceso a la información privada. Además, están acusados de lavado de dinero, ya que usaron transferencias con criptomonedas para financiar sus actividades.
En un comunicado publicado poco antes del anuncio estadounidense, el gobierno canadiense denunció que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) con base en Montreal y el centro canadiense para ética deportiva recibieron ciberataques atribuidos a Rusia.
"El gobierno de Canadá estima con un alto nivel de confianza" que los ataques fueron responsabilidad del GRU, señaló el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
La acusación estadounidense y la denuncia canadiense coincide también con la revelación que GRU ejecutó "una operación de ataque cibernético" contra la Organización para la Prohibición de las Armas (OPAQ) situada en Holanda.