Los parques nacionales de los EEUU se están secando y calentando más rápido que otros paisajes del país del norte, lo que representa una amenaza a sus ecosistemas, desde los Everglades en la Florida hasta Joshua Tree en California.
Esa fue la alarmante conclusión a la que llegaron los expertos detrás de un nuevo estudio sobre el cambio climático, el primero de su tipo en examinar los cambios en las precipitaciones y temperaturas registradas en los 417 parques nacionales estadounidenses.
El reporte también pronostica hasta que nivel los parques podrán, hacia finales de siglo, volverse más calientes y vulnerables a distintas amenazas como sequías. Los cálculos se hicieron en base a si las naciones del mundo toman medidas concretas o no para reducir la emisión de gases de invernadero.
"Los parques nacionales de los EEUU protegen algunos de los ecosistemas más irremplazables del mundo", asegura el estudio publicado en la revista científica Environmental Research Letters.
El mismo señala que una reducción en las emisiones industriales podría "sustancialmente reducir la magnitud" de los impactos esperados lo que podría "dar esperanza al futuro de los parques nacionales de EEUU".
Los efectos del calentamiento global ya se pueden sentir hoy en las distintas zonas protegidas del país del norte. En la Florida, el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua de mar sobre los Everglades amenazan el delicado hábitat y la vida silvestre local.
Distintos incendios forestales ponen en riesgo a Yosemite y otros parques nacionales de California. En el estado de Montana está teniendo lugar un debate mediante el cual se propone cambiar el nombre del parque nacional "Glaciar" a otro que represente la realidad del paisaje, por miedo a que los visitantes denuncien falsa publicidad.
El estudio es el primero de su tipo en analizar los efectos del cambio climático sobre los 85 millones de acres que representa el sistema de parques nacionales dentro del territorio de los EEUU.
"Una mayor fracción de los parques nacionales se encuentra en medioambientes extremos", dijo Patrick Gonzalez, un ecologista forestal de la universidad de California en Berkeley y autor del estudio en conjunto con colegas de la universidad de Wisconsin-Madison.
Gonzalez destacó que debido a la altura a la que se encuentran gran parte de los espacios protegidos, el calentamiento se hace presente de forma más agresiva debido a la atmósfera más liviana. Además, el experto señaló que muchos de ellos se encuentren en los desiertos del sudoeste y Alaska, regiones entre las más afectadas por el impacto del cambio climático.
Entre los hallazgos del estudio se destaca el marcado incremento de la temperatura. Entre 1885 y 2010, las áreas dentro de los parques nacionales registraron un aumento promedio de 1.8 grados Fahrenheit, o lo que equivale al doble del promedio nacional fuera de zonas protegidas.
En lo que hace a las precipitaciones anuales, la caída registrada en los parques ha sido del 12 por ciento anual, comparada a solo un 3 por ciento en zonas no protegidas.