Damien no había tenido una buena semana en la escuela. Su madre, Nia Snow, lo estaba reprendiendo por sus malas calificaciones, cuando su esposo, Randy Dickens, intervino en la conversación.
Al ver que a su hijo no parecía importarle lo que le estaban diciendo, estalló. El hombre lo sentó sobre sus rodillas, le bajó los pantalones y comenzó a golpearlo salvajemente con la mano abierta.
Luego, lo arrojó al suelo y lo pateó. Damien salió corriendo. Nia estaba petrificada.
El niño se refugió en su habitación, debajo de las sábanas. No satisfecho, el padre lo siguió. Volvió a pegarle y a patearlo una vez más, y solo después de eso lo dejó tranquilo.
La madre necesitaba hacer algo, pero no quería confrontar a su marido, que estaba armado. Sabía que las cámaras de vigilancia habían registrado las agresiones, pero temía que el hombre borrara la evidencia.
Entonces, lo convenció de ir a comprar víveres. Ni bien salió, llamó a la policía. Cuando los oficiales llegaron, les mostró los videos. Dickens fue arrestado y se presentaron cargos en su contra por maltrato infantil.
"Es la cosa más desgarradora que vi en mi vida", confesó Snow a FOX 17 News.
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