Agentes del FBI entrevistaron este domingo a una de las tres mujeres que han acusado al nominado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh de agresiones sexuales, mientras republicanos y demócratas polemizan sobre si la agencia tendrá suficiente tiempo y libertad para llevar a cabo una investigación exhaustiva antes de que se vote la nominación del juez.
En su entrevista con agentes del FBI, Deborah Ramirez detalló su acusación de que Kavanaugh cometió exhibicionismo indecente contra ella en la década de 1980, cuando estudiaban en la Universidad de Yale, de acuerdo con una persona familiarizada con el tema pero que no estaba autorizada a discutir públicamente los detalles de una investigación confidencial. Kavanaugh ha refutado con vehemencia la acusación de Ramirez.
La fuente dijo que Ramirez también dio los nombres de otros que podían corroborar su acusación.
Por su parte, Christine Blasey Ford, una profesora de California que dice que Kavanaugh la agredió sexualmente cuando eran adolescentes, no ha sido contactada por el FBI desde que Trump ordenó el viernes que la agencia hiciera una nueva revisión de antecedentes del juez, de acuerdo con un miembro del equipo de la denunciante. A su vez, Kavanaugh también niega haber agredido sexualmente a Ford.
No obstante, la credibilidad del testimonio del juez se vio afectada este domingo. En un comunicado, un compañero de generación de Kavanaugh dijo que estaba "profundamente preocupado por lo que ha sido una falsedad descarada de Brett sobre su manera de beber cuando estaba en Yale".
Charles Ludington, quien actualmente imparte clases en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, dijo que era amigo de Kavanaugh en Yale y que este era un "bebedor frecuente, y un bebedor en exceso", afirmación que contradice lo expuesto por el juez ante el Senado.
"En muchas ocasiones escuché a Brett arrastrar las palabras, y lo vi tambalearse por el consumo de alcohol, y no todo era de cerveza. Cuando Brett se embriagaba, era pendenciero y agresivo muchas veces", afirmó Ludington.
Aunque decir que alguien bebía mucho cuando joven no debe condenarle de por vida, Ludington dijo que le preocupaban las declaraciones hechas bajo juramento por Kavanaugh ante la Comisión de Asuntos Jurídicos.
A su vez, la Casa Blanca insistió en que no estaba "microgestionando" la nueva revisión de antecedentes de Kavanaugh, la cual tiene una semana para ser completada. Pero algunos legisladores demócratas afirmaron que la Casa Blanca estaba impidiendo que los investigadores entrevistaran a ciertos testigos.
El presidente Donald Trump, en tanto, tuiteó que no importa cuánto tiempo y albedrío se le dé al FBI, "nunca será suficiente" para los demócratas que tratan de impedir la confirmación de Kavanaugh.
Al abordar el tema del alcance de la investigación del FBI, la secretaría de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo que el consejero jurídico de la presidencia, Don McGahn, quien está llevando la nominación de Kavanaugh, "ha permitido que el Senado dicte los términos de la investigación".
"La Casa Blanca no está interviniendo. No estamos microgestionando este proceso. Es un proceso del Senado", agregó.
La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway afirmó por su parte que la investigación tendrá un "alcance limitado" y que "no será una expedición de pesca. No es lo que se le ha pedido al FBI".
(Con información de AP)