La fiscalía federal de Manhattan anunció el viernes que pedirá la pena de muerte en caso de que Sayfullo Saipov, el yihadista uzbeko acusado de matar a ocho personas el 31 de octubre pasado en Nueva York, sea hallado culpable.
Saipov, de 30 años, fue inculpado de 22 cargos por la justicia federal en noviembre último. Se declaró no culpable de los cargos que le fueron comunicados, y se espera que el juicio comience el 7 de octubre de 2019.
El atentado, que realizó bajo una presunta adhesión al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, en inglés), fue el más mortífero cometido en Nueva York desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Entre los muertos hubo cinco turistas argentinos, parte de un grupo de amigos provenientes de la ciudad de Rosario y que visitaban la ciudad.
El yihadista fue detenido tras haber lanzado la camioneta que conducía sobre peatones y ciclistas en un lugar sumamente frecuentado del sur de Manhattan.
Llegado a Estados Unidos en 2010 gracias a una visa que ganó por un sistema de lotería, Saipov se declaró tras su detención fiel al ISIS, aunque no se comprobaron vínculos concretos, y "orgulloso" de haber cometido el ataque, según dijeron los investigadores.
Al fundamentar por qué pidió la pena de muerte, el fiscal federal de Manhattan no sólo invocó el número de muertes sino también el hecho que Saipov defienda "la causa del ISIS", "uno de cuyos objetivos es matar el mayor número posible de estadounidenses".
Mencionó igualmente la "peligrosidad futura" del acusado, que eligió el lugar del atentado para "maximizar" el número de víctimas, y su "ausencia de remordimientos" tras actuar de una "manera atroz, cruel y depravada", según un documento presentado el viernes al tribunal.
Si bien el estado de Nueva York no tiene pena de muerte, Saipov ha sido acusado bajo la ley federal de Estados Unidos, por lo que sí podría ser ejecutado.
Desde que en noviembre pasado Saipov manifestó su adhesión al ISIS, el presidente Donald Trump se pronunció, en un tuit, en favor de la pena de muerte.
El caso de los cinco argentinos
Entre las ocho personas fallecidas en el cruento ataque había cinco amigos oriundos de la ciudad de Rosario, en el centro de Argentina.
Sus nombres eran Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi.
Los amigos integraban un grupo de ocho ex compañeros que egresaron del secundario en el año 1987 y se encontraban festejando los 30 años de la promoción en el colegio politécnico de Rosario. Tres de ellos sobrevivieron al ataque.
Con información de AFP, Reuters y EFE
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