La semana pasada Brett Kavanaugh, nominado por el presidente Donald Trump para integrar la Corte Suprema de Estados Unidos, se vio envuelto en un escándalo tras la difusión de una carta en la que se lo acusaba de haber acosado sexualmente a una compañera del secundario hace más de tres décadas.
La misiva fue publicada, bajo anonimato, por "The New Yorker". La misma relata cómo durante una fiesta Kavanaugh, en estado de ebriedad, trató de retener y propasarse con una mujer. En aquel entonces él tenía 17 años, y ella 15. Al ver cómo la información provocó un gran revuelo, y para evitar que se difundiera con distorsiones, Christine Blasey Ford -la denunciante- decidió hablar por primera vez públicamente.
En diálogo con The Washington Post, comentó que el hecho ocurrió durante un verano a principios de la década de los '80. Según relató, el aspirante a la Corte Suprema y un amigo, identificado como Mark Judge, la acorralaron en un dormitorio de una casa en el condado de Montgomery, donde se celebraba una fiesta.
Kavanaugh la inmovilizó en la cama de espaldas, y se tiró encima de ella. Mientras tanto, su amigo observaba. La mujer recordó que intentó, "torpemente", quitarle la ropa. Cuando ella trató de gritar, él le tapó la boca.
"Pensé que podía matarme involuntariamente", confesó la psicóloga de 51 años. Y agregó: "Trataba de atacarme y quitarme la ropa".
Judge mientras observaba la escena se reía junto a Kavanaugh. Pero en un momento, según narró Ford, saltó encima de los dos y los tres cayeron al piso. En ese momento ella aprovechó y salió corriendo de la habitación. Tras permanecer entre cinco y diez minutos encerrada en el baño, huyó de la casa. A partir de entonces, nunca más tuvo contacto con Kavanaugh.
Ford sostuvo que tras ese episodio, quedó "aterrorizada". A tal punto que recién en 2002 compartió con alguien lo que había vivido. En su descargo, también reconoció que el ataque le produjo un fuerte trauma que padeció durante los siguientes cinco años.
"Mi mayor temor era, ¿alguien acaba de atacarme?", recordó, y ese mismo día se prometió: "No le contaré esto a nadie nunca".
Además, también se vería en un problema si le contaba a sus padres que había estado en una fiesta con jóvenes más grandes que bebían alcohol.
Ford se sometió a una psicoterapia. "Creo que me descarriló sustancialmente durante cuatro o cinco años", señaló. Ese trauma le provocó problemas académicos y sociales. Incluso también se vio afectada a la hora de tener relaciones con otros hombres.
En 2002 se casó con su actual esposo, Russell Ford. Al comienzo de la relación le dijo que había sido víctima de un acoso sexual. Casi una década después, le contó lo sucedido con más detalles.
"Creo que se ve a los jueces como los árbitros del bien y el mal (…) Si ellos no tienen un código moral propio para determinar el bien del mal, entonces ese es un problema. Creo que es relevante. Los candidatos a la Corte Suprema deberían ser considerados de mayor nivel", opinó Russell.
El pasado viernes, Kavanaugh rechazó las acusaciones en su contra. "Niego categórica e inequívocamente esta acusación. No lo hice durante el instituto ni en ningún momento", aseguró, por medio de un comunicado de la Casa Blanca, citado por medios de comunicación estadounidenses.
Kavanaugh fue nominado por Trump el pasado 9 de julio para sustituir una vacante en la Corte Suprema. El próximo 20 de septiembre, el Comité Judicial de la Cámara Alta votará si recomendarlo o no al resto de senadores, que serán quienes decidan en última instancia la idoneidad de la candidatura.
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