Lindsey Banta Jarvis (28 años y casada) admitió ante la corte haber mantenido relaciones sexuales inapropiadas con un alumno de 15 años luego de haberlo acosado mediante mensajes de texto de alto contenido erótico a su teléfono celular.
De inmediato, la relación pasó de virtual a concreta y ambos empezaron a intimar. "Hermosa y perversa" la calificó tanto la prensa de los Estados Unidos como la inglesa a Jarvis, al conocerse los detalles de cómo sedujo al menor para acostarse con él.
El hecho ocurrió en la ciudad de Versailles, Kentucky, y toda la comunidad escolar quedó impactada por el reconocimiento que Jarvis hizo ante la corte de que había violado al estudiante. La maestra se declaró culpable de violación en tercer grado y sodomía en tercer grado.
La investigación sobre el vínculo sexual entre ambos comenzó en agosto de 2016 cuando un agente de Policía de Versailles encontró a Jarvis y al niño, entonces de 15 años, en un automóvil a la 1:17 a.m. en un parque del Condado de Woodford.
El oficial que los sorprendió a ambos supo que el menor se había escapado de su casa sin permiso para encontrarse con Jarvis. Luego se supo que los dos se habían hecho amigos, comenzaron a enviarse mensajes de texto cargados de contenido erótico y luego comenzaron una relación sexual, de acuerdo con el diario local Lexington Herald Leader.
Ambos mantenían encuentros en parques, tomando precauciones para que nadie los viera juntos. Jarvis sabía que era ilegal lo que hacía. En tres ocasiones, la maestra condujo al niño a su casa de Lexington, donde tuvieron sexo.
Los reportes judiciales recomendaron sentenciar a 18 meses de prisión a la maestra, quien el miércoles se declaró culpable del delito del que se la acusa. A su lado, todo el tiempo, la acompañó su marido, quien se mantiene apoyándola pese a las revelaciones. De acuerdo con los documentos de prueba, en mayo de 2016 Jarvis sodomizó a su víctima por primera vez. Recién en junio de aquel año tuvieron sexo.
Jarvis era maestra de estudios sociales en el Condado de Woodford antes de convertirse en paraeducadora (asistente de instrucción o ayudante) para las escuelas del Condado de Fayette, donde también enfrenta cargos. Renunció el año pasado cuando el escándalo escaló a proporciones inesperadas.
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